ASOCIACION BIBLICA SAN PABLO

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miércoles, 5 de marzo de 2014

TIEMPO DE CUARESMA


Tiempo de Cuaresma
Miércoles de ceniza



En la misa de este día se bendice y se impone la ceniza, hecha de los ramos de olivo o de otros árboles bendecidos el año precedente.

Antífona de entrada.     Sab 11,24-25.27
Te compadeces de todos, Señor,  y no odias nada de lo que has hecho; cierras los ojos a los pecados de los hombres para que se arrepientan y los perdonas, porque tú eres nuestro Dios y Señor.

Oración colecta
Señor, fortalécenos con tu auxilio al empezar la Cuaresma, para que nos mantengamos en espíritu de conversión; que la austeridad penitencial de estos días nos ayude en el combate cristiano contra las fuerzas del mal. Por nuestro Señor..

La Palabra de Dios.

Joel 2,12-18 
Dice el Señor todopoderoso: Convertíos a mi de todo corazón: con ayuno, con llanto, con luto. Rasgad los corazones, no las vestiduras: convertíos al Señor Dios vuestro; porque es compasivo y misericordioso, lento a la cólera, rico en piedad, y se arrepiente de las amenazas. Quizá se convierta y se arrepienta y nos deje todavía la bendición, la ofrenda, la libación del Señor nuestro Dios.
Tocad la trompeta en Sión, proclamad el ayuno, convocad la reunión; congregad al pueblo, santificad la asamblea, reunid a los ancianos, congregad a muchachos y niños de pecho. Salga el esposo de la alcoba; la esposa del tálamo. Entre el atrio y el altar lloren los sacerdotes, ministros del Señor, diciendo: <Perdona, Señor, perdona a tu pueblo, no entregues tu heredad al oprobio; no la dominen los gentiles, no se diga entre las naciones: ¿Dónde está su Dios? Que el Señor sienta celos por su tierra y perdone a su pueblo>.

<Misericordia, Señor: hemos pecado.>
Sal  50,3-4.5-6.12-13.14.17.
Misericordia, Dios mío, por tu bondad, por tu inmensa compasión borra mi culpa. Lava del todo mi delito, limpia mi pecado.
Pues yo reconozco mi culpa, tengo presente siempre mi pecado. Contra ti, contra ti solo pequé.
¡Oh Dios!, crea en mí un corazón puro, renuévame por dentro con espíritu firme; no me arrojes lejos de tu rostro, no me quites tu santo espíritu.
Devuélveme la alegría de tu salvación, afiánzame con espíritu generoso. Señor, me abrirás los labios, y mi boca proclamará tu alabanza..

2Co  5,20-6,2
Hermanos: Somos embajadores de Cristo, siendo Dios el que por medio nuestro os exhorta; os lo pedimos por Cristo: dejaos reconciliar con Dios. El cual, por nosotros, hizo pecado al que no conocía el pecado, para que por él llegáramos a ser justicia de Dios.
Os exhortamos a no echar en saco roto la gracia de Dios. Porque él dice: <En el tiempo de la gracia te escucho; en el día de la salvación te ayudo>.
Pues mirad: Ahora es tiempo de la gracia; ahora es el día de la salvación.

Mt 6,1-6.16-18
   En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: -Cuidad de no practicar vuestra justicia delante de los hombres para ser vistos por ellos; de lo contrario no tendréis recompensa de vuestro Padre celestial.  Por tanto, cuando hagas limosna, no vayas tocando la trompeta por delante como hacen los hipócritas en las sinagogas y por las calles con el fin de ser honrados por los hombres; os aseguro que ya han recibido su paga.
Tú, en cambio, cuando hagas limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha; así tu limosna quedará en secreto, y tu Padre, que ve en lo secreto, te lo pagará.
     Cuando recéis no seáis como los hipócritas, a quienes les gusta rezar de pie en las sinagogas y en las esquinas para que los vea la gente. Os aseguro que ya han recibido su paga.
Cuando tú vayas a rezar, entra en tu cuarto, cierra la puerta y reza a tu Padre, que está en lo escondido, y tu Padre, que ve en lo escondido, te lo pagará.
  Cuando ayunéis no andéis cabizbajos, como los farsantes que desfiguran su cara para hacer ver a la gente que ayunan. Os aseguro que ya han recibido su paga.
Tú, en cambio, cuando ayunes, perfúmate la cabeza y lávate la cara, para que tu ayuno lo note, no la gente, sino tu Padre, que está en lo escondido; y tu Padre, que ve en lo escondido, te recompensará.

Bendición e imposición de la ceniza.
Después de la homilía, el sacerdote, estando de pie, dice con las manos juntas:
Con actitud humilde oremos, hermanos, a Dios nuestro Padre, para que se digne bendecir con su gracia estas cenizas que vamos a imponer en nuestras cabezas en señal de penitencia.
Y después de un breve silencio oracional, prosigue:
¡Oh Dios!, que te dejas vencer por el que se humilla y encuentras agrado en quien expía sus pecados; escucha benignamente nuestras súplicas y derrama la gracia [+] de tu bendición sobre estos siervos tuyos que van a recibir la ceniza, para que, fieles a las prácticas cuaresmales, puedan llegar, con el corazón limpio, a la celebración del misterio pascual de tu Hijo. Que vive y reina por los siglos de los siglos.
Y en silencio, asperja con agua bendita las cenizas. Seguidamente, el sacerdote impone la ceniza a todos los presentes que se acercan hasta él; a cada uno le dice:
Convertíos y creed el Evangelio.
O bien:
Acuérdate de que eres polvo y al polvo volverás.
Mientras tanto se canta: Antífonas penitenciales o el Salmo 50
Puede cantarse también otro canto apropiado. Acabada la imposición de la ceniza, el sacerdote se lava las manos; el rito se concluye con la oración universal u oración de los fieles.
No se dice Credo

Oración sobre las ofrendas
Al ofrecerte esta sacrificio que inaugura la Cuaresma te pedimos, Señor, que nuestras obras de caridad y nuestras penitencias nos ayuden al dominio de nosotros mismos, para que, limpios de pecado, merezcamos celebrar piadosamente los misterios de la pasión de tu Hijo. Que vve y reina por los siglos.

Prefacio de cuaresma IV
<Los frutos del ayuno>
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.
Porque con el ayuno corporal refrenas nuestras pasiones, elevas nuestro espíritu, nos das fuerza y recompensa, por Cristo, Señor nuestro.
Por él, los ángeles y los arcángeles y todos los coros celestiales celebran tu gloria, unidos en común alegría. Permítenos asociarnos a sus voces cantando humildemente tu alabanza:
Santo, Santo, Santo…

Antífona de comunión . Sal 1,2-3
El que medita la ley del Señor día y noche, da fruto en su sazón.

Oración después de la comunión
Señor, estos sacramentos que hemos recibido hagan nuestros ayunos agradables a tus ojos y obren como remedio saludable de todos nuestros males. Por Jesucristo.

Se puede hacer también, fuera de la misa, la bendición e imposición de la ceniza. En este caso, oportunamente puede preceder una liturgia de la Palabra, utilizando la antífona de entrada, la oración colecta, las lecturas con sus cantos, como en la misa. Sigue después la homilía y la bendición e imposición de la ceniza. El rito concluye con la oración universal.

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