ASOCIACION BIBLICA SAN PABLO

ASOCIACION BIBLICA SAN PABLO

sábado, 28 de mayo de 2016

MUJERES DE LA BIBLIA: ESTER

MUJERES DE LA BIBLIA 9: ESTER



         Huérfana de padre y madre fue adoptada como hija por su tío Mardoqueo, hombre inteligente, caritativo, precavido, firme en sus convicciones religiosas, enérgico y prudente, en una palabra, un perfecto judío.
         Ester se distinguía no solo por su hermosura física, sino por su obediencia constante y filial a su tío. Por su humildad y admirable discreción, guardaba silencio sobre su origen judío; por su simpatía, se ganaba el favor de cuantos la conocían.
         Cuando el rey repudió a su esposa Vasti, se buscaban por todo el país jóvenes bellas y vírgenes para presentarlas ante el rey. Como por su sencillez y humildad se ganaba las simpatías de cuantos la conocían, fue elegida por el rey, el cual le puso la diadema real y la declaró reina. Ester se convirtió en la favorita del rey, aunque no era la única que compartía la alcoba real.
         Ester se distinguía por su entrega y desvelos hacia su esposo el rey Asuero, delatando las conjuras contra su persona y su reino. Por su valor y decisión, cuando se trataba de salvar a su pueblo, estaba dispuesta a arrostrar la muerte; con su diplomacia resolvía con naturalidad las situaciones más difíciles; con su inflexibilidad para con los malvados se hallaba en contra del gran enemigo de los judíos, Amán; tenía una fe inquebrantable en la ayuda de Dios y practicaba una observancia religiosa a toda prueba.
         El monarca puso al frente de su palacio y de todo su reino a Amán, hombre ambicioso, orgulloso y muy celoso de sus prerrogativas, entre las que se encontraba que todos tenían que doblar la rodilla ante él y postrarse en su presencia. Todos efectivamente lo hacían, menos el judío Mardoqueo, que no doblaba su rodilla “para no poner por encima de la gloria de Dios la gloria de un hombre”.
         Esto provocó la cólera de Amán, que al enterarse de su origen judío, juró vengarse, no sólo de él sino de todos los de su raza. Para poder conseguirlo informa al rey de la actitud hostil del pueblo judío, exagerando notablemente las tintas y obtiene de él un decreto de exterminio contra todos los judíos.
         Mardoqueo reacciona contra esto vistiéndose de saco, cubriendo su cabeza de ceniza y dando alaridos por la ciudad. Además, le pide a Ester que informe al rey de lo que está pasando. Ella, confortada con la oración, se dirige a la alcoba del rey.
         Ester manifiesta un deseo y una petición: “Si he hallado gracia a tus ojos, concédeme la vida y la vida de mi pueblo, pues quieren exterminarnos.
         Enfurecido el rey, pregunta quién es el autor de ese plan. Al decirle que el que ha dado esa orden es Amán, el rey manda en el acto colgar a esta persona y revoca el edicto dado, e incluso concede a los judíos algunos privilegios.
         Esta narración nos hace ver claramente la hostilidad de que eran objeto los judíos en el mundo antiguo. El libro de Ester es un testimonio a favor de la Providencia que asegura el triunfo del pueblo elegido sobre los perseguidores gentiles.

         Dios salva a su pueblo, que se mantiene fiel a los principios religiosos heredados de los mayores, y lo salva a través de una mujer en una sociedad y en una época en que la mujer representaba bien poco, porque para Dios no es el sexo lo que cuenta sino la fe y la confianza.

Por Francisco Pellicer Valero

sábado, 21 de mayo de 2016

LOS DOCUMENTOS DEL MAR MUERTO

LOS DOCUMENTOS DEL MAR MUERTO




            Los manuscritos del Mar Muerto son imprescindibles para conocer el judaísmo del Segundo Templo; y es imposible conocer cabalmente la figura de Jesús, sin conocer ese judaísmo, dice el escritor y comunicador César Vidal.
            Los que tenemos ya bastantes años, recordamos las noticias que nos hablaban de unos manuscritos que habían aparecido en la zona del Mar Muerto. Unos pastores cuidaban sus ovejas en aquellos parajes y se adentraron por unas bocas del terreno, en cuyo interior descubrieron aquí y allá unas vasijas conteniendo papiros escritos que se llevaron a sus casas. Hubo sucesivos descubrimientos, porque nadie sabía cuántos escondrijos podría haber. A partir de ahí, no todas las noticias estaban claras. Que si eran copias de esto y lo otro. Que si los rollos escritos los partían en trozos para sacar más dinero, etc.
            Todavía hoy cabe preguntarse: ¿qué fue de todo aquello?
            Este tema ha adquirido relieve últimamente porque habla de esos escritos un libro y la película del libro, que ha tenido y tiene mucha aceptación, demasiada diría yo, dado que está plagada de falsedades. Me estoy refiriendo al “Código da Vinci”.
            Este libro tiene además otro trasfondo, pues conecta directamente con las tesis islamistas. Las tesis islamistas que afectan a los católicos son, en este caso, que Jesús no era Dios, sino mero hombre. De ahí que se oponen a la profesión de la Santísima Trinidad, porque dicen que es una práctica politeísta. De donde se deduce que los cuatro Evangelios no son de fiar, ya que se escribieron muchos más, que fueron postergados por los católicos y sin embargo eran más fiables. Entre estos tiene predilección por el evangelio de Bernabé. Lo que manifiesta a este respecto “El Código da Vinci” es: “Jesús fue una figura histórica de inmensa influencia… Es comprensible que miles de seguidores de su tierra quisieran dejar constancia escrita de su vida. Para la elaboración del Nuevo Testamento se tuvieron en cuenta más de ochenta evangelios, pero solo algunos acabaron incluyéndose, entre los que estaban los de Mateo, Marcos, Lucas y Juan”. (p. 28)


            En cuanto a los manuscritos del Mar Muerto, dice: “Los manuscritos del Mar Muerto se encontraron en la década de 1950 en una cueva cercana a Qumram, en el desierto de Judea. Y también están, claro está, los manuscritos coptos hallados en Nag Hammadi en 1945. Además de contar la verdadera historia del Grial, esos documentos hablan del ministerio de Cristo en términos muy humanos. Evidentemente, el Vaticano, fiel a su tradición oscurantista, intentó por todos los medios, evitar la divulgación de estos textos”.(p. 29)
            Más adelante (p. 305) explicita lo del ministerio de Cristo,  diciendo que fueron los “primeros documentos del Cristianismo”. El problema de estos manuscritos  es que muchos hablan de ellos sin haberlos leído. En cuanto a los códices de Nag Hammadi, reflejan la mentalidad y las preocupaciones de grupos sectarios muy reducidos, durante el s. II.
            Lo del Mar Muerto fue un movimiento fundado por un personaje que se conoce como Maestro de Justicia. De hecho, en el Documento de Damasco se dice que el grupo surgió unos 390 años después de la destrucción del Templo de Jerusalén por Babilonia, es decir, hacia el 198 a. C. Y dice también que ese grupo estuvo durante 20 años como en tinieblas, pero al cabo de ese tiempo fue cuando apareció el Maestro de Justicia,. Lo que quiere decir que se puso en contacto con el grupo hacia 177 a. C.
            Este movimiento es una especie de historia de unos herejes del judaísmo, ya que tenían una visión muy especial sobre la Torah.
            En los primeros versículos del c. 8 de Daniel se describen hechos que corresponden al período histórico en que tuvo lugar la aparición del Maestro de Justicia. Daniel describe la visión de un carnero que tiene dos cuernos, uno más grande que el otro. Se trata de una referencia al imperio persa, formado por medos y persas (los persas tenían más importancia: el cuerno más grande). Después nos habla de un macho cabrío que vence al carnero. Es una referencia a Alejandro Magno. A Alejandro todavía se le sigue llamando en árabe “el de los cuernos”. E incluso en algunas monedas de la época aparece con unos cuernos de macho cabrío como los del dios Amón, el dios egipcio al que el conquistador identificaba con su nombre. A la muerte de Alejandro Magno, el imperio se reparte entre algunos capitanes, y de una de esas dinastías surgió un monarca, que en un principio se mostró favorable a los judíos, pero después fue profundamente enemigo. Era Antíoco IV. Él se creía un dios manifiesto, y por eso se denominaba Epifanes. Los judíos creían que estaba loco, y por eso le llamaban Epimenes.
            En el año 167 a. C. Antíoco IV decidió acabar con el pueblo de Israel mediante una política de asimilación. Hacia el 166 a. C., una familia denominada los Macabeos, decidió alzarse en armas contra él. Y entre los partidarios de los partidarios de los Macabeos se encontraba precisamente un personaje que conocemos como Maestro de Justicia.
            Uno de los manuscritos de Qumram, el Manual de disciplina, habla de que el grupo del Maestro de Justicia empezó a creer en unos contornos que describen lo que serían los tiempos de la posguerra, o sea, que el templo volvería a ser lo que era, con los correspondientes sacrificios, y la nación solo tendría que esperar a que llegara el Mesías.
            En efecto, Judas Macabeo recuperó la ciudad, y volvieron a consagrar el templo. Pero no se restauró el servicio, y el Maestro de Justicia no fue llamado a desempeñar un papel decisivo. Al contrario, muerto Judas, le sucede su hermano Jonatán, que fue nombrado sumo sacerdote por un monarca pagano, pese a no ser de familia sacerdotal. Entonces, el Maestro de Justicia reunió un grupo de seguidores, y se marchó al desierto. Pero, cuando menos lo esperaban, un día sagrado en que estaban desprevenidos, su enemigo Jonatán Macabeo, con sus tropas, les arrebató cuanto tenían, se mofó de ellos, y los dejó que se murieran de hambre. El Maestro de Justicia endureció más la forma de vida de sus seguidores.
            Durante el gobierno de Simón Macabeo (143-134 a.C.) ellos permanecieron en Qumram, y siguieron ahí durante el gobierno de Juan Hircano, el de su hijo Aristóbulo (104-103 a.C.) que se proclamó rey, durante el de Alejandro Janneo (103-76 a.C.), el de su esposa Salomé Alejandra (76-67 a.C.), y el de Hircano que venció a su hermano gracias a su servidor Antípatro (el padre de Herodes el Grande), quien provocó una intervención romana. El 63 a.C. Pompeyo interviene en Judea.
            Hircano y Antípatro (48-47 a.C.) abandonan a Pompeyo tras la derrota de Farsalia y se pasan al bando de César.
            Del 40-37 a.C., Antígono, hijo de Aristóbulo II, hermano de Hircano, se convierte en el último rey asmoneo (macabeo). Finalmente es asesinado por Herodes el Grande.
            El hecho de que Herodes no era judío (era idumeo) podía presagiar la venida del Mesías, conforme a la profecía del Génesis 49, 10 (que el Mesías vendría cuando el cetro de Israel pasara a manos no judías, y Herodes no era judío. Depuesto Arquéalo (6 d.C.), se inicia el período de los procuradores romanos.


            Los de Qumram habían abandonado su refugio, pero se desengañaron y volvieron otra vez allí. Sabemos que el 68 (dentro de la última guerra con Roma en 66-73 d.C.) los romanos llegaron a Qumram, y los esenios solo tuvieron tiempo de esconder en unas vasijas los documentos que han llegado hasta nosotros.
            Estos manuscritos nos dan la transmisión del texto del Antiguo Testamento de manera extraordinariamente fidedigna. Es decir, demuestran que el texto no ha sufrido alteraciones. Nos dan mucha documentación sobre los esenios y no esenios, y nos permiten entender mejor el judaísmo de la época.
            El pensamiento del Maestro de Justicia era que esa era una de las primeras veces en que un personaje lee la Biblia y ve que está diciendo algo que corresponde al momento en que se vive. Afirma también que a Dios no se le puede encajonar entre las cuatro paredes de un lugar sagrado. Y proyectó en su vida personal la espera muy cercana, a su juicio, de un Mesías venidero.
            Había gente que pensaba que había dos Mesías: uno que moriría, y otro que, por el contrario, vencería. Cuando Juan Bautista pregunta: “¿eres tú el Mesías, o esperamos a otro?, quiere decir ¿eres tú el Mesías que yo creo, o esperamos a otro Mesías vencedor?, Jesús contesta inteligentemente citando solo la 1ª parte del texto de Isaías 61, 1 y 15, que equivale a decir: “soy el Mesías consolador ahora; obviamente también soy el vencedor”.
            En los documentos de Qumram no ha habido manipulaciones: se han ido publicando ediciones de los mismos, y en estos momentos existen incluso ediciones en CD-ROM.

Por Angel Aguirre Alvarez
Fotografía: Mª del Carmen Feliu 

sábado, 14 de mayo de 2016

MUJERES DE LA BIBLIA: BETSABE

MUJERES DE LA BIBLIA 8: BETSABE




            Esta mujer entra en la historia con la mancha de haber traicionado a su marido cediendo a las insinuaciones del rey David.
Este rey se levantó de la siesta y dando un paseo por la terraza de su casa vio en la casa de Urías la silueta de una mujer muy hermosa que se estaba bañando; manda que se la traigan. Ella acude inmediatamente; David se acuesta con ella y Betsabé vuelve a su casa. Su marido Urías se hallaba en el frente de batalla poniendo en peligro su vida en favor de su rey.
            Pocos días después del adulterio Betsabé anuncia al rey que se halla encinta. David desea ocultar lo acontecido y le da un permiso a Urías para que vaya a su casa con el fin de que se acueste con su mujer y cuando nazca el hijo se considere que es suyo.
            Como durante la guerra era costumbre guardar continencia Urías no va a dormir a su casa, sino que duerme junto a la puerta de palacio con la guardia real.
            Como el rey no consigue su objetivo y Urías vuelve al frente de batalla, escribe una carta al jefe del ejército para que coloque al citado militar en el lugar más peligroso y cuando ataque el enemigo dejarlo solo para que caiga muerto. Así acontece y cuando se entera Betsabé hace luto por su marido durante siete días, según la costumbre de entonces.
            David introduce a Betsabé en palacio considerándola como mujer suya entre otras.

Cuando nazca el hijo se considerará como hijo legítimo del rey.
            Este crimen perfecto a los ojos de los hombres, no lo era ante Dios, que mandó al profeta Natán que habló con David y éste reconoció su pecado. Además, el niño que les ha nacido del adulterio, enferma gravemente y a pesar de la angustia de los padres y de sus rigurosas penitencias el niño muere a los siete días de su enfermedad.


            Una vez pasado el luto e inician su vida normal, David duerme con Betsabé, queda embarazada y nace otro niño a quien ponen el nombre de Salomón, que será el heredero de la corona gracias a la ayuda del profeta Natán.
            Betsabé ha conseguido lo que probablemente nunca había imaginado: ser la “madre del rey”. Este título le confería un rango oficial y unos poderes que sobrepasaban los que una madre tiene sobre su hijo. La madre del rey llevaba el título de “Gran Dama”.
            Salomón recibe a su madre con todos los honores: saludándola de pie, saliendo a su encuentro, postrándose ante ella, colocándole luego un trono a su lado y sentándola a su derecha.
            Aquí terminan las noticias sobre esta singular mujer, mezcla de pasividad e indolencia, de bondad y altruismo, de firmeza y astucia, que mereció figurar, para nuestra general admiración y sorpresa, en la genealogía de Jesucristo, transmitida por Mateo en su Evangelio: “David engendró a Salomón en la mujer de Urías” (Mt. 1,6).

Por Francisco Pellicer Valero





sábado, 7 de mayo de 2016

MUJERES DE LA BIBLIA: ABIGAIL

MUJERES DE LA BIBLIA 7: ABIGAIL




            Abigail, esposa primera del rico propietario Nabal y después una de las esposas del rey David, ha pasado a la historia como el prototipo de la prudencia y sagacidad. Los datos sobre su vida se recogen en 1 Sam 25, 2-44.
            David y los suyos habían agotado en el desierto todas sus provisiones; mandó a 10 muchachos a hablar con Nabal para que le ayudasen. Pero este hombre insensato, se burla de David y los despide injuriando a su jefe.
            Esto provoca una justa cólera contra David y piensa mandar a 400 de sus hombres para dar muerte a Nabal y a todos los suyos.
            Uno de los criados advirtió a Abigail de lo que pasaba y ésta mandó a su criados que preparasen a toda prisa. 200 panes y 2 odres de vino, 5 carneros ya preparados, 5 medidas de grano tostado, 100 pasteles de uvas pasas y 200 tortas de hijos secos. Lo cargaron sobre los asnos y montada en uno de ellos la prudente y hermosa Abigail.
            Cuando se encuentra con David, baja del asno, se postra en tierra y le da toda clase de explicaciones y disculpas: ella no sabía nada de lo ocurrido; de saberlo se hubiera resuelto sin dificultad. En cuanto a su marido no hay que tomarlo en serio porque es un loco y un necio. El Señor te ha librado de derramar sangre y de vengarte por su propia mano. Te ruego que este obsequio que tu sierva te hace sea para los muchachos que te siguen.
            El discurso de Abigail, modelo de prudencia y sensatez, se transforma en una sabia evocación de todo lo que el futuro rey de Israel debe al Señor. El a está segura de que David combate las batallas de Dios, que su causa es justa, que saldrá incólume de las persecuciones de Saúl y que llegará a ser rey de Israel. Cuando llegue ese día no tendrá remordimiento alguno.
            Abigail cuenta todo esto a su marido y éste cae en la cuenta del peligro a que había expuesto a sí mismo y a su familia y es tal el pavor que se apodera de él que sufre un ataque de apoplejía y muere.
            La noticia del fallecimiento de Nabal llega pronto a David y le produce un gran regocijo. Su muerte le presenta la imagen de aquella agraciada mujer tan inteligente y a la vez tan temerosa de Dios. Piensa que Abigail merecía una suerte mejor de la que le había tocado vivir con Nabal y decide hacerla esposa suya. Manda una embajada para pedir a Abigail en matrimonio.
            Fueron donde se encontraba esta viuda y le dijeron: “David nos envía a ti para pedirte que te cases con él.” Ella se levantó, se postro en tierra y dijo: “Aquí está tu esclava dispuesta a lavar los pies de los criados de mi señor” (1 Sam 25, 41).
            Se levantó a toda prisa y montó en su asno; la acompañaban 5 de sus doncellas. Siguió a los mensajeros de David y se casó con él. David tenía otra mujer llamada Ajinoán.
            De la vida posterior de Abigail con David y de sus relaciones con la otra que compartía el lecho matrimonial tenemos muy pocas noticias. Sabemos que viviría las peripecias de David que estaba perseguido por Saúl; en Hebrón asistió a la coronación de David como rey de Judá. Durante este tiempo la vida de Abigail transcurriría con más tranquilidad pero teniendo que compartir el afecto de su marido con otras cinco mujeres. Sabemos también que tuvo un hijo llamado Kilab, que fue el segundo hijo de David.

Por Francisco Pellicer Valero