ASOCIACION BIBLICA SAN PABLO

ASOCIACION BIBLICA SAN PABLO

lunes, 21 de enero de 2013

Reunión de Formación de la Asociación Bíblica San Pablo

Tema: "Actualidad de San Juan de Avila".
Ponente: Rvdo. D. Angel Aguirre Alvarez

Hora:
Sábado, 26 de Enero: 11:30 - 13:00

Lugar:Real Parroquia "San Miguel y San Sebastián".
Plaza San Sebastián, 1. (Junto al Jardín Botánico)
Valencia

Observaciones: Misa en la misma Parroquia a las 11:00 horas.

NOTAS SOBRE LA JUNTA PROVINCIAL (7)

                                           NOTAS SOBRE LA JUNTA PROVINCIAL (7)
Por Francisco Pellicer Valero


La Circular n° 16 fue de fecha 10 de Noviembre de 1985.
En ella dábamos referencia de la celebración de dos nuevas semanas. Una, en la Parroquia de S. Miguel y S. Sebastián, que tuvo lugar del 30 de septiembre al 4 de octubre de 1985 con una asistencia media de cincuenta y seis personas; fruto del a misma fue que surgiera un nuevo grupo bíblico con el que tuve reuniones quincenales.
La segunda semana tuvo lugar en el Convento de Clarisas Capuchinas de la Avda. Pérez Galdós 119, del 22 al 26 de octubre. Se trataba y se trata de una comunidad de Hermana encantadoras, dos de las cuáles son Diplomadas en Ciencias Bíblicas. Para los que tuvimos la suerte de participar en la Semana referida, fueron unos días "de cielo". ¡Qué sensación de paz, de alegría, de felicidad, de fraternidad cristiana, de santidad, se respira en aquella santa casa! Ellas quedaron también muy contentas después de la semana y nos emplazaron para que volviéramos el próximo curso.
Ya entonces pensaba que nuestra Asociación, aunque no hubiera hecho otra cosa que organizar Semanas Bíblicas, tendría ya sobradamente justificada su existencia. Que tuviéramos en Valencia un "equipo volante" dispuesto a trasladarse a cualquier Parroquia o Comunidad para ayudar   a   los   responsables   de las mismas en la motivación de sus feligreses o Hermanas en orden a la lectura y profundización de la Palabra de Dios, es algo que nuestra diócesis no tenía y hacía mucha falta. Continuábamos recibiendo peticiones que proyectamos ir realizando en la medida de nuestras posibilidades. Todo esto indicaba el gran deseo de numerosos católicos por conocer mejor la Biblia. En este sentido, a nuestra Asociación le auguré entonces un gran porvenir.
Los que directamente
tomábamos parte en estas Semanas Bíblicas sentíamos la necesidad de transmitir la Santa Palabra de la manera más eficaz y agradable posible.
Cumple decir que, en mi Parroquia de S. Miguel y S. Sebastián, se formó un grupo numeroso de feligreses que nos reuníamos cada quince días y a los que impartía charlas seguidas de amplios coloquios.
Por cierto que la redacción de la circular arriba referida, tuvo lugar después de sufrir por mi parte un conjunto de visitas médicas, numerosas radiografías y de una molesta "gastroscopia", ignorando en ese momento si me hallaba en vísperas de una intervención quirúrgica. Pedí entonces a todos que pidieran al Señor se cumpliera siempre en mí su santa voluntad y que yo la aceptase con alegría.

MORAL FUNDAMENTAL Y ESPECIAL (6)


MORAL FUNDAMENTAL Y ESPECIAL (6) 
Por José M* Catret Suay


Ignoro la cantidad de veces que la palabra pecado aparece en la Biblia, tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento, muchas veces designado con otros nombres como: "infamia, crimen, impiedad, perfidia, necedad, iniquidad, injusticia, maldad"...

Hay pecados (P) contra Dios directamente, (como la blasfemia), aunque en realidad todo pecado va contra la Ley de Dios. Los hay contra el prójimo, contra la sociedad o contra uno mismo.

Se trata también del p. actual (un determinado acto) y del p. habitual (estado permanente de culpabilidad), los hay internos y externos (de pensamiento y de obra) y también por omisión.
Es muy conocida la distinción entre p. venial y p. mortal. Este último es la transgresión contra la Ley de Dios en materia grave, con plena advertencia y pleno consentimiento, el cual priva al hombre de la vida espiritual de la gracia, le hace enemigo de Dios y merecedor de la condenación eterna. El P. venial es desobediencia   voluntaria   a la voluntad de Dios en materia leve o en materia grave pero sin pleno conocimiento o advertencia.

Las circunstancias de plena advertencia y de pleno consentimiento son subjetivas, de cada individuo, y en conciencia se deben apreciar, aunque en definitiva, sólo Dios las conoce. La materia grave es más objetiva, y se clasifica así según lo que dice la Sagrada Escritura y, para nosotros, también el Magisterio de la I. Católica.

Vemos, pues, la diferencia entre la Etica filosófica y la Moral Cristiana católica. Esta tiene un alcance muy superior. Estudia no solo los actos del hombre sino sus intenciones, sus pensamientos, sus omisiones (no hacer lo que se debería hacer). Busca no solo curar, sino prevenir el mal. Pensar mal no es contemplado por los éticos, sino por los moralistas, que saben que toda mala acción empieza en la mente humana con un pensamiento, una tentación consentida. Es la raíz del mal. Lo dijo claramente Jesús: el que mira a una mujer deseándola, ya ha pecado en su corazón. (Continuará)

LA FE HUMANA INTERPERSONAL Y LA CREDIBILIDAD DEL ACTO DE FE (2)


LA FE HUMANA INTERPERSONAL Y LA CREDIBILIDAD DEL ACTO DE FE



CRISTIANO


Por Erreuve


La fe sólo se puede dar desde la libertad.(2)

5.- La decisión


a)       La decisión de creer reviste la forma de "yo creo en tí";

b)       Pero debe haber algún medio para asegurar en lo posible la confianza en el otro, es decir, tiene que aparecer ante mi su CREDIBILIDAD.

c)        En otras palabras: aquel en quien creo, debo conocer a aquel a quien otorgo mi fe, DEBE LEGITIMARSE.

d)       J. H. Newman, en su obra El asentimiento religioso" habla de la credibilidad previa al acto de fe como una ARGUMENTACIÓN CONVERGENTE, a base de CONJUNTAR diversas experiencias, hechos y observaciones particulares y concretas. Y pone algunos casos de la realidad = creemos en la fidelidad de nuestro amigo, esposo-esposa; creemos a nuestro médico sobre nuestra salud; o que nuestra memoria no nos engaña cuando repasamos lo que hicimos ayer.

Todo este conjunto de razones, una por una, no son más que probabilidades, pero su convergencia basta para crear una CERTEZA RACIONAL sobre nuestra creencia.

e)       De la convergencia de probabilidades pasamos a la certeza en virtud de lo que Newman llama sentido ilativo, que sería la posibilidad que tiene el ser humano de poder juzgar acerca de la verdad o del error en situaciones singulares y concretas.

f)         Y dice que el sentido ilativo consiste en la capacidad de penetrar con rectitud intuitiva en los principios, doctrinas y hechos -falsos o verdaderos- y para DISCERNIR con presteza qué conclusiones son necesarias, convenientes o expedientes si aquéllas se dan por supuestas.

Esto puede obrarse, bien por un don natural, bien como efecto de un largo hábito de acomodación a las diversas circunstancias.

La base de ello es algo así como la armonización de una serie de factores que, aislados uno por uno, no concluyen nada pero que relacionados -como en el caso de dos enamorados- producen una seguridad.

Newman aclara esta idea con el símil del cable compuesto de hilos diversos cada uno de los cuáles, por sí mismo, es débil, más todos juntos son tan fuertes como una barra de hierro.

g)       A señalar que el "salto de la fe", en las relaciones humanas, como en las cuestiones religiosas, no puede ser consecuencia de una demostración científica ni matemática.


          Ello no implica que no tenga una racionalidad propia y que su certeza no sea menos consistente.

          El sentido ilativo capta la credibilidad de la persona que tiene ante sí o la consistencia de la verdad religiosa.

          Por eso se puede prestar un asentimiento racional a la revelación personal del otro o a las verdades religiosas, puesto que se puede tener un número suficientes de probabilidades convergentes a favor de la creencia.

Newman lo dice así, resumiendo el argumento: de igual modo que en matemáticas estamos justificados por el dictamen de la naturaleza, así, en virtud de un dictamen semejante, no estamos justificados en el caso de un raciocinio sobre cosas concretas, y especialmente en el caso de una investigación religiosa, a esperar a que tengamos una demostración lógica, sino que, al contrario estamos obligados en conciencia a buscar la verdad y a procurarnos la certeza por métodos de prueba que al ser reducidos a proposiciones formales no llegan a cumplir los requisitos estrictos de la ciencia."

h)       En cualquier caso, el acto de fe sigue siendo un SALTO dado desde la libertad.

          Esto significa, a mi modo de ver, que la credibilidad depende siempre de una decisión personal. Que nadie puede obligarnos a admitir ningún argumento para aceptar a una persona o una creencia sobrenatural.

          Nadie cree si no quiere creer.

          La aceptación de otro como tú personal es algo que depende siempre de la DECISIÓN libre del creyente.

6.- Finalmente, algo fundamental: desde la fe en la persona surge sin más LA FE EN SU MENSAJE.

          La expresión "creo en ti" se transforma en "yo te creo".

          La confianza en una persona se convierte ahora en la aceptación de su palabra.

          Acepto las cosas que tú me has dicho, porque creo en ti y sé que eres veraz.

          La fe, por tanto, nos permite conocer verdades que por sí mismas nos serían vedadas de otra forma. La intimidad de una persona es un misterio inaccesible, a no ser que haya una revelación personal, aceptada por la fe.

EL LIBRO DE ESTER



EL LIBRO DE ESTER


Es una novela, cuyo argumento se sintetiza en la narración del sueño de Mardoqueo, que figura al principio del libro, y que se explica al final del texto. Es la historia de aquella Hedisa (Hadasá) que fue elevada por el gran rey persa Asuero a la dignidad de reina con el nombre de Ester. Es uno de los libros más populares y más lleno de efecto de la Biblia. Se debe esto a que el autor, desconocido, domina el arte de los grandes narradores hebreos y árabes. Una creciente tensión, tanto exterior como interior, domina el relato, y aparecen nuevas sorpresas constantemente. Lo atractivo del libro ha hecho que muchos hayan intentado imitar la novela ambientándola en los acontecimientos de su propio tiempo.


El autor da credibilidad a sus invenciones adoptando la máscara de una crónica de la corte, y oculta la tendencia nacionalista judía tras un tono que parece objetivo, como si tuviera el encargo de recopilar con sobriedad histórica los acontecimientos de la corte persa. Y es sorprendente que evite hacer referencia a la inspiración divina, y dar a su pueblo el título de elegido, hasta tal punto que, entre todos los libros de la Biblia, es éste el único que no menciona a Dios.

No ensalza a la reina Ester y a su tutor Mardoqueo, no insulta a Aman el enemigo de los judíos, sino que se fía de su fabulación y confía en que los acontecimientos que él ha inventado, bastarán para indignar al lector contra los enemigos de los judíos. Y lo consigue. El lector se alegra de todo corazón cuando, al final, Aman cuelga de la horca. También el poeta se alegra, pero oculta cuidadosamente su júbilo.

Esta estrategia del autor no puede impedir, por otra parte, que el lector haga sus propias reflexiones y se plantee serias objeciones, es decir, cómo es que aquella joven puede ocultar su nombre y su origen durante tanto tiempo, o qué clase de visir era aquel que, para acabar con su enemigo personal, quiere acabar con todo un pueblo, o qué clase de rey era aquel que, queriendo condenar al exterminio a toda una nación, al día siguiente, sin averiguar demasiado, permite que se ejecute a los numerosos enemigos de ese pueblo. Lo que demuestra que, al final, falla la objetividad del autor y se evidencia lo disparatado de la novela. Pero no importa, porque el lector ya ha quedado cautivado en el desarrollo de la trama

Pero la forma en que la heroína Ester es manejada desde fuera, de una manera pasiva, crea un vacío, que ha hecho que grandes poetas hayan fracasado, al querer tomar el argumento con demasiada fidelidad. L. Feuchtwanger analiza las causas: Racine (dice), en sus poemas, se refugia en el seguro puerto de la piedad; a Grillparzer le recrimina haber dejado a medio hacer la obra que le cautivaba por el dulce dinamismo de los versos del drama, y por el perfil preciso de los personajes. De Martin Luther dice que rechazó con enojo el libro de Ester. Y de Lope de Vega, que, aunque escribió su drama teatral en pocos días, no lo hizo con mucho vigor, pero aún así, sirvió de modelo para otros escritores.

Angel Aguirre Álvarez. Consiliario.