ASOCIACION BIBLICA SAN PABLO

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jueves, 12 de junio de 2014

JESUCRISTO, SUMO SACERDOTE

JESUCRISTO, SUMO SACERDOTE



         Lo primero que sorprende en este tema es que el título de "sacerdote" únicamente se atribuye a Jesucristo en la Epístola  a los Hebreos, de composición tardía, posterior a la redacción de las epístolas paulinas y a la fijación de la tradición oral reflejada en los Evangelios. Parece, pues, imponerse la conclusión de que la representación de Cristo como sacerdote es fruto de una reflexión teológica madurada paulatinamente en el seno de la Iglesia durante la primera generación cristiana (González Gil: "Cristo, misterio de Dios", II, p. 198).

         PUNTOS DE VISTA DE LA CARTA A LOS HEBREOS.- Esta carta que, según demuestra Albert BONHOYE en su tesis doctoral (Véase Cuaderno Bíblico nº 19, de Verbo Divino), no fue escrita por S. Pablo y pertenece al género "predicación", desarrolla su interpretación del sacerdocio de Cristo en contraposición con el sacerdocio Levítico desde varios puntos de vista: por lo que se refiere a la estructura, al fundamento escriturístico, al sujeto, al servicio o ministerio, al lugar y al tiempo.
         (Coenen y otros: Dicc. Teol. del N.T. vol. IV, pp. 133 ss.)

         1.- Estructura.- Como representación del hombre ante Dios, todo sumo sacerdocio debe fundamentarse:
a).- Por una parte, en la solidaridad con los hombres sometidos a pecado (Heb 5, 2).
         b).- Y por otra en una llamada divina (Heb 5, 4).
         Entre las tareas del Sumo Sacerdote, a esta carta le interesa solamente el ministerio sacrificial (Heb 5, 1), sobre todo, el doble servicio en el DÍA DE LA EXPIACIÓN –gran día penitencial del pueblo judío, con abstención total de trabajo y riguroso ayuno- (Heb 2, 17): la inmolación de la víctima (Heb 9, 22) y la entrada con la sangre en el "Sancta sanctorum" ("Santo de los santos") o última y más íntima parte del santuario.
         La finalidad del servicio del Sumo Sacerdote en este día es hacerle posible al pueblo, mediante la expiación de la culpa, el acceso a Dios (Heb 4, 16).

         2.- Fundamento de la Sagrada Escritura.- La causa y significado del sacerdocio de Cristo se fundamenta en el Salmo 110, 4 y en Génesis 14, 17 ss.
         El autor de la "Carta" no se interesa por la figura histórica de Melquisedec sino por su sacerdocio. Presenta a este personaje sin ascendientes ni descendiente y este silencio desacostumbrado le convierte en un símbolo natural de Cristo para significar la eternidad de su sacerdocio.
         El P. José Mª BOVER (Epístolas de S. Pablo, p. 347) indica tres ventajas que posee Melquisedec sobre Leví (sólo sus descendientes podían ser sacerdotes).
1ª. Porque Melquisedec recibió de Abraham los diezmos del botín de la victoria sobre sus enemigos.
         2ª. Porque Abraham recibió de Melquisedec la bendición.
         3ª. Porque vive eternamente.
         En todo ello se halla prefigurado el sacerdocio del Hijo del que habla el Salmo 110, 4.

         3.- El sujeto del sacerdocio.- La debilidad del sumo sacerdocio levítico radica en su capacidad de pecar (Heb 5, 3). Sin embargo, Jesús se hizo semejante en todo a los hombres (Heb 2, 17) menos en el pecado (Heb 4, 15).
         Cristo no se glorificó a sí mismo en hacerse Pontífice, sino el que le habló: "TÚ ERES MI HIJO; YO TE HE ENGENDRADO HOY" (Sal 2, 7; Heb 1, 5). Como también  en otro lugar dice: "TÚ ERES SACERDOTE ETERNO SEGÚN EL RITO DE MELQUISEDEC" (Sal 110, 4).

         4.- Servicio o ministerio.- En Hebreos 9 se hace una explicación del sacrificio de Cristo comparándolo con lo anterior:
         1º. El antiguo sacerdote en el día de la expiación (v. 7) entraba en el Sancta Sanctorum. Cristo ha entrado en el santuario mismo de la divinidad, el Cielo.
         2º. El antiguo pontífice lo hacía con sangre de toro y macho cabrío. Cristo lo hace con la suya propia (v. 12).
         3º. Los antiguos sacrificios, por su imperfección, no purificaban la conciencia; por eso debían repetirse cada año. El sacrificio de Cristo, en cambio, es perfecto; por eso se ofrece una sola vez en la historia y purifica para siempre la conciencia de los creyentes (v. 14). (Miguel Angel Patón – J. M. Casciaro: "G.E.R.,", vol. XX, pp. 569-600).

         5.- Santuario.- A la importancia del sacerdote corresponde la del santuario. En el "santo de los santos" solamente entraba una vez al año el sumo sacerdote de la antigua ley (Hb 9, 1-7); pero dicho tabernáculo no era más que una copia pálida de las realidades celestes (Hb 8, 5), una tienda fabricada por manos de hombres, figura del santuario auténtico (Hb 9, 24) que es el Cielo. En este Templo, no fabricado por manos de hombres, donde se contempla el Rostro de Dios, es donde ha entrado Jesucristo de una vez para toda la eternidad (Hb 9, 11.24).


         6. Duración.- El sacerdote levítico, después de haber ofrecido la sangre de la víctima en el tabernáculo, salía de él para entrar de nuevo un año más tarde; ni a él le estaba permitido la estancia permanente en el "santo de los santos". No así Jesucristo: Él ha entrado en el Cielo, como precursor nuestro (Hb 6, 20), para permanecer junto al Rostro de Dios hasta el día en que aparecerá por segunda vez para dar por segunda vez a los que le esperan la salvación consumada (Hb 9, 28). 

Francisco Pellicer Valero

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