ASOCIACION BIBLICA SAN PABLO

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sábado, 2 de marzo de 2013

SAN JUAN DE AVILA INSISTE

SAN JUAN DE AVILA INSISTE

            En la charla última habida sobre San Juan de Ávila (SJA), se puso de manifiesto el deseo de más ampliación del tema, y de referirlo a la posible bibliografía sobre el santo, para quien quisiera  abundar en su conocimiento. He querido satisfacer ambas cosas, y lo hago de la mano del que ha profundizado recientemente en la personalidad de nuestro santo, como es el Arzobispo Castrense de España, D. Juan del Rio Martin. Ciertamente, el Señor Arzobispo no deja en el aire ningún tema de los que abarcaron sus trabajos apostólicos.

            Es muy corriente referirnos a SJA como “el Maestro Juan de Ávila”. Y es que los coetáneos del santo ya solían llamarlo así en tono familiar, y es obvio que este título entraña una relación directa con la doctrina que enseñaba. Doctrina eminente. Tuvo el título de “Maestro”, pero no se trata de eso, sino de un magisterio vivo.  (Cf. A. HUERGA, ”El magisterio de San Juan de Ávila”, en: El Maestro Ávila,509) y asimismo, CONFERENCIA EPISCOPAL ESPAÑOLA, San Juan de Ávila, Maestro de evangelizadores. Mensaje del pueblo de Dios con motivo del V Centenario de San Juan de Ávila, 1999).

            Pero interesa sobre todo referir su doctrina al tiempo presente, para que veamos la oportunidad de su canonización y de su Doctorado reciente. Así lo ha puesto de relieve la CONFERENCIA EPISCOPAL ESPAÑOLA, XCIX  Asamblea Plenaria, San Juan de Ávila. Un doctor para la nueva evangelización, Madrid, 26 de abril 2012. Fue como una  escuela para vivir la realidad eclesial y sociológica de nuestra época, y en todas las culturas. J. ESQUERDA, “Una figura que trasciende su época”. Seminarios 201-202 (2011). Así de claro expresaba él la santificación de todo cristiano: “Rezas mucho, pero no amas a Dios, no amas al prójimo, tienes el corazón seco, duro, no partido con  misericordia; no lloras con los que lloran, y si esto te falta, bien puedes quebrarte la cabeza rezando y enflaquecerte ayunando; que no puso Dios en eso la santidad principalmente, sino el amor” (Sermón 76, III, 1031)

            Dado que en su tiempo concurrían circunstancias especiales, que tanto en política, como en espiritualidad (oración mental metódica, espiritualidad afectiva), o teología (realismo-tomismo y escotismo) creaban confusión en los creyentes, SJA desempeñó un gran papel en la divulgación teológica. De esto habla M. ANDRES, “La teología española en el s, XVI (Madrid 1976-1977), y J. ESQUERDA, “Doctrina teológica del Maestro Juan de Ávila en tiempo del postconcilio”. Miscelánea Comillas, 47-48 (1967). El núcleo de su planteamiento teológico es la Iglesia como Esposa y Cuerpo Místico de Cristo. Refiriéndose a los que estudian teología, decía: “La teología que escriben los santos y que es sólida, y en la que  concuerdan uno con otros, se debe preferir a la que estas condiciones no tiene, y por esto, parece que la  teología de santo Tomás y de san Buenaventura es la que más conviene para ser enseñada en las escuelas, aunque, en particular, puede cada uno leer otros buenos autores que hay” (Cf. Causas y remedios de las herejías II, 590-591). Sus escritos teológicos, bíblicos y espirituales son amplísimos y representan una prolongación viva de su magisterio oral. Por eso, es original la interpretación que hace de los datos de la Escritura, de los Padres, de la Tradición, fuentes clásicas del Magisterio. Su teología es evangelización e instrumento para ganar almas a Cristo.

                                                                                  Ángel Aguirre Álvarez. Consiliario

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