ASOCIACION BIBLICA SAN PABLO

ASOCIACION BIBLICA SAN PABLO

domingo, 20 de noviembre de 2011

TEMAS ACTUALES DE ESCATOLOGÍA (II)

TEMAS ACTUALES DE ESCATOLOGÍA (II)

2.- La Carta mencionada es breve y "va al grano", o sea, que se limita a señalar escuetamente los 7 puntos fundamentales de nuestra fe sobre el tema que estamos tratando; pero lleva antes una introducción preciosa y de gran altura, como siempre, del entonces prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe (CDF), cardenal Joseph Ratzinger y después, unas aclaraciones de la Comisión Teológica Internacional (CTTj, bajo la dirección del jesuíta P. Cándido Pozo, con la colaboración de otros teólogos y con la autorización del cardenal Ratzinger, presidente de la Comisión. El primer punto dice:
1) La Iglesia cree en la resurrección de los muertos. Y a continuación expresa:
 2) La Iglesia entiende que la resurrección se refiere "a todo el hombre"; es la extensión de la misma Resurrección de Cristo a todos los hombres. Esto lo aclara Ratzinger diciendo que esa resurrección no es sólo la del "yo", es decir, el alma, sino también del cuerpo, que se convertirá en un "cuerpo glorioso" como el de Cristo. A este respecto, la Congregación para el Culto Divino (CCV) dictó una "Nota introductoria" sobre el significado de la expresión "Carnis resurrectionem" del Credo (o símbolo apostólico) y dice que hasta ahora esa expresión se había traducido en diversos modos: una veces literalmente, como resurrección de la carne; otras veces como en el ritual inglés: "of the body", es decir, del cuerpo; y también como resurrección "de los muertos", tomado del Símbolo Niceno-Constantinopolitano (el credo largo): "et exspecto resurrectionem mortuorum et vitam venturi seculi". Afirma la nota que la CDF tomó las siguientes decisiones: 1. No hay en absoluto razones doctrinales contra la "resurrección de los muertos", pero hay una razón teológica fundamental a favor de la "resurrección de la carne", expresión tradicional del credo apostólico (el corto) y que hay que mantener en lo sucesivo, pues si se abandonase esta fórmula se correría el peligro de apoyara algunas tesis actuales (no ortodoxas) que ponen la resurrección en el momento de la muerte, excluyendo en la práctica, la resurrección corporal, de "esta carne", es decir, la resurrección futura al final de los tiempos.
El punto 3) de la carta dice que la Iglesia afirma la supervivencia y la subsistencia, después de la muerte, de un elemento espiritual dotado de conciencia y voluntad, que se llama "alma", palabra consagrada por el uso en la Sagrada Escritura y en la Tradición, de forma que subsiste el "yo humano", carente del cuerpo mientras tanto no suceda la verdadera resurrección, que no se produce en el momento de la muerte sino en el futuro.
Por lo dicho antes, el punto 4) de la Carta rechaza cualquier posición o expresión que haga carente de sentido las oraciones de la Iglesia en sufragio de los difuntos. En efecto, si la resurrección se produjera en el momento de la muerte -como sostiene alguna teoría-, el alma recibiría en ese momento el premio o el castigo y carecerían de sentido las oraciones por ella.
En el punto 5) dice que la Iglesia, de acuerdo con la Sagrada Escritura espera la "gloriosa manifestación de Jesucristo Nuestro Señor", es decir, lo que se ha llamado la "Parusía", acontecimiento futuro y distinto a la muerte de cada persona particular.
El punto 6) rechaza todas las explicaciones teológicas que quitan al dogma de la Asunción de la Virgen María lo que tiene de acontecimiento único de glorificación corporal, anticipo de la glorificación futura reservada a todos los elegidos.
La proposición 7) se refiere a la retribución final: la felicidad de los justos que estarán con Cristo; el castigo eterno que espera al pecador, privado de la visión de Dios. Cree en una eventual purificación previa a la visión divina, del todo diversa al castigo de los condenados. Es el llamado "purgatorio". Advierte también sobre diversas imágenes creadas arbitrariamente sobre ese estado futuro y dice que "Ni la Sagrada Escritura ni los teólogos dan luz suficiente para una adecuada descripción de la vida futura después de la muerte." (Continuará)


Por José María Catret Suay



No hay comentarios:

Publicar un comentario