ASOCIACION BIBLICA SAN PABLO

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domingo, 22 de diciembre de 2013

CADA DIA SOMOS LLAMADOS POR DIOS

Homilía desde la parroquia Santiago Apóstol de Ermua, Vizcaya.
Alex Alonso Gilsanz, párroco.

Domingo IV del Tiempo de Adviento
22 de Diciembre de 2013



Cada año, cada época de nuestra vida,
cada día somos invitados y retados por Dios a acogerlo,
a llegar más al fondo de nuestra confianza en Él.

Nos encontramos a las puertas de la Navidad. Y el Evangelio nos presenta la estampa de unos padres, José y María, que esperan un hijo. Una estampa tierna, entrañable, conocida por todos y muy familiar.
La anunciación a José, como la que se le hizo a María, tiene por finalidad señalar que el hijo de María es un don de Dios, su origen es iniciativa de Dios, no producto humano. En el hijo nacido de María se opera una intervención directa de Dios.
Al meditar la primera lectura he recordado que el creyente de hoy, como el rey Acaz, tiene siempre la tentación de ir a lo seguro, a lo que da seguridad inmediata, a hacer las paces con quien sea, aun a costa de olvidarse de Dios. Pero Dios no abandonará su promesa: Dios por su cuenta os dará una señal. Dios llega a nosotros a pesar de nuestros olvidos o rechazos. Dios se hace camino poco a poco para ser nuestro salvador.
Lo que hoy contemplamos es el final de todo un proceso de fe: el de un hombre y una mujer que no lo han tenido fácil para llegar donde están; superando todo tipo de pruebas; sin hacer caso a las habladurías; dejando atrás resistencias humanas para decir finalmente: "¡Nos fiamos de ti Señor; aquí estamos, los dos, para hacer tu voluntad! ¿Qué mejor?"
Hoy María es mucho más que aquella humilde joven de Nazaret desposada con el carpintero José, destinada a formar una familia y llevar una vida corriente como la de cualquier otra mujer. Y José, por su parte, ha superado la tentación de repudiar a María y dar al traste con todos sus planes familiares. José es presentado como un hombre justo. José no es un "pobre hombre", sino uno que se hace pobre, que es capaz de dejar sus dudas, fundadas en la evidencia, y acepta que Dios está allí donde su lógica le habla de otra cosa. Dios nace y se encarna donde hay personas capaces de obediencia a Dios por encima de toda otra razón.
María y José son dos personas muy normales, con sus idas y venidas, avances y retrocesos, logros y fracasos que en todo momento se fían de Dios. No le mantienen al margen.
Seamos también nosotros valientes y preguntémonos cómo es nuestro propio itinerario de fe. Cómo va evolucionando, o si por el contrario, se ha estancado. Caigamos en la cuenta del paso de Dios por nuestra vida, que nos guía, nos dice, e incluso nos corrige. En serio, ¿Tenemos en cuenta la voluntad de Dios a la hora de tomar las decisiones más importantes y vitales?.
Escuchar a Dios: esa es la tarea. Familiarizarme para siempre con su voz. Romper distancias kilométricas. Conocer de cerca su voluntad y su intención. ¿Cómo averiguar, cómo saber del todo lo que me pide Dios?. Decisiones precipitadas, rupturas y desenlaces fatales en la vida. ¡Cuánto y cómo nos equivocamos en nuestras elecciones!.  Escuchamos, nos guiamos en exceso por lo que dicta únicamente el corazón. Dictadura de la pasión. Lo que quiero, aspiro, necesito y deseo con ardor... ¿Y Dios? ¿Qué es lo que me pide Dios?.
Señor, al igual que José y María, yo también tengo mis propios planes de futuro, que no siempre coinciden con los tuyos. Ahora y siempre, ayúdame a cumplir tu voluntad. ¡Despiértame -como a José- de este sueño ya!
Señor: Como María, también nuestra alma te alaba y glorifica por haber mirado nuestra pequeñez, y haber hecho cosas grandes en nosotros.
¿O hay alguna mayor que la de hacerte como uno de nosotros para tratar de que cada uno podamos luego, ser semejantes a Tí?






















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