La Pasión de Cristo
Estimados
hermanos en Cristo: este es el título de una película que, según alguien que la
ha visto, afirma que “golpea y desconcierta”. Se ocupa de las doce últimas
horas de la vida de Jesús.
El
director de esta película, MEL GIBSON, es católico, amante de la tradición y un
acérrimo seguidor de la doctrina aprobada en el Concilio de Trento. Él afirma: “En esta película hemos echado el resto:
todo el dinero que hacía falta, prestigio, tiempo, rigor. El carisma de grandes actores, la ciencia de los
eruditos, la inspiración de los místicos, experiencia, técnica de vanguardia y,
sobre todo, nuestra certeza de que valía la pena, de que lo que ocurrió en
aquellas horas incumbe a cada hombre. Con este hebreo tendremos que vérnoslas
todos después de la muerte.”
En
el plano técnico el film es de una altísima calidad: una fotografía magistral,
un vestuario extraordinario, escenografías desoladas y, cuando es necesario,
suntuosas. Y, sobre todo, unos efectos especiales apabullantes, donde la
técnica quiere estar al servicio de la fe.
Esta
película está llegando al corazón de muchos españoles, que les plantea muy
seriamente su relación con Jesús; que va a provocar sin duda más de una
conversión. Tal es la fuerza de sus imágenes y la profunda intimidad del
mensaje que transmite.
La
violencia que nos muestra intenta provocar y despertarnos el sentimiento de
redención que Jesús consiguió con estos terribles sufrimientos, dándonos a
conocer la malicia del pecado.
El
Arzobispo de Nueva York, Cardenal Edward Egan, hizo una llamada a los
feligreses para que vean la película porque nos relata la mayor oración, el
mayor sacrificio realizado jamás.
Un
saludo cordialísimo en Cristo y la Virgen
Francisco Pellicer Valero
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