JESÚS,
SIERVO DE YAVHÉ
Los llamados "Cantos del Siervo de Yavhé"
están compuestos en un momento de gran desolación y sufrimiento para el pueblo
de Israel. Debido a la conquista de Nabucodonosor en el año 597 a . C., Jerusalén ha
quedado destruida, El Templo arrasado, ha sido destronado el rey y gran parte
de sus habitantes han sido deportados a Babilonia. En esta trágica situación el
segundo libro de Isaías anuncia la llegada de un misterioso SIERVO enviado por Dios, que pondrá fin
a los sufrimientos provocados por la injusticia, el odio y la violencia.
Los "Cantos del Siervo de Yahvé"
(Is 42, 1-7; 49, 1-9; 50, 4-9; 52, 13-53, 12), encuentran una amplia resonancia
en el Nuevo Testamento desde el comienzo de la actividad mesiánica de Jesús. El
paralelismo entre la vida de este Siervo y la de Jesús es sorprendente. No es
de extrañar que sus discípulos, a la luz de la Resurrección de su
Maestro, interpretaran como referidos a Él los pasajes indicados.
Los RASGOS
o características del Siervo y las de Jesús son los siguientes:
1º.- SON ELEGIDOS POR DIOS.- Tanto el
Siervo de Yahvé como Jesús son elegidos por Dios y en ellos se complace. Sobre
los dos desciende el Espíritu que les acompañará en su misión (Is 42, 1; Mc 1,
10-11).
2º.- VIENEN A IMPLANTAR LA LEY DE DIOS.- El Siervo viene a implantar el derecho
y la ley de Dios, es decir, la revelación de su voluntad, que es justicia y
orden entre los hombres. Su ámbito es universal. Renovará la Alianza y será luz de las
naciones (Is 42, 3-4.6).
Jesús
predica el Reino de Dios (Mt 9, 35), realiza una nueva Alianza (Mt 26, 28), su
misión es universal (Mt 28, 19) y afirma que Él es "la Luz del mundo" (Jn 8,
12).
3º.- NO SE APOYAN EN LA FUERZA NI EN EL PODER.- El Siervo se comportará modesta y
calladamente; su dulzura y su ejemplo serán su mejor predicación. Su actividad
misionera será persuasiva y suave: no gritará, no romperá la caña cascada ni
apagará el pábilo vacilante (Is 42, 2).
Jesús
renuncia conquistar el mundo con personas sabias o valiéndose del dinero o del
poder político (Mt 4, 8-10). Elige a personas mediocres y Él se somete a la
condición de un hombre cualquiera (Flp 2, 6-11). Afirma, además, que es manso y
humilde de corazón (Mt 11, 29).
4º.- SE APOYAN EN LA OBEDIENCIA A DIOS.-
Dice el Siervo: "El Señor me ha
abierto el oído" (Is 50, 5), es decir, he recibido
una revelación;
"cada mañana me espabila el oído" (v. 4), o sea, que la asistencia de
Dios es constante y reiterada, "y no me he resistido" (v.
5), indicando que su docilidad se presta a continuar su misión de
adoctrinamiento. Y por graves que sean las dificultades se mantiene en su
puesto porque "el Señor me ayuda" (v. 9).
Jesús
repite con frecuencia que ha sido enviado por su Padre para hacer su voluntad
llegando a decir: "Mi alimento es hacer la voluntad del que me ha enviado"
(Jn 4, 34). Y esa obediencia le lleva hasta la muerte, orando en Getsemaní de
este modo: "... no se haga lo que yo quiera sino lo que quieras tú"
(Mt 26, 39).
5º.- SOLIDARIOS CON LOS QUE SUFREN.- El Siervo "soportó nuestros
sufrimientos y aguantó nuestros dolores" (Is 53, 4). "Lo arrancaron
de la tierra de los vivos" (v. 8), "aunque no había cometido crímenes
ni hubo engaño en su boca"(v. 9).
El Evangelio nos muestra con qué agudeza
percibe Jesús el dolor ajeno: curando enfermos, llorando (en la muerte de Lázaro) y callando ante la mirada asustada de una adúltera.
6º.- SUFREN, CALLAN Y NADIE LOS
DEFIENDE.- Dice el Profeta del Siervo:
"Maltratado, se humillaba y no abría la boca: como cordero llevado al matadero,
como oveja ante el esquilador, enmudecía" (Is 53, 7). Fue injustamente
condenado a muerte sin que nadie lo defendiera (v. 8). Fue contado entre los
pecadores (v. 12).
De
Jesús dicen los Evangelios: guardó silencio ante Caifás (Mc 14, 61) y ante
Pilato (Mc 15, 5). Este no encontró culpa en Él (Lc 23, 4), pero lo entregó
para que lo crucificaran (Mc 15, 15). Fue contado entre los malhechores (Lc 22,
37). Murió sintiendo el desamparo de su Padre (Mt 27, 46).
7º.- POR EL SUFRIMIENTO AL TRIUNFO.-
Este poema del Siervo paciente y
glorificado tiene un tema sencillo: la salvación a través del sufrimiento
(Schökel). Por los trabajos de su alma verá la luz y se saciará de
conocimiento. Justificará a muchos porque cargó con los crímenes de ellos (Is
53, 11). Dios le dará una multitud como parte (v. 12).
Jesús,
porque había sufrido la muerte, Dios le coronó de gloria (Hbr 2, 9). El Hijo
acepta voluntariamente hacerse hombre (10, 5-9) y morir para salvar a los
hombres pecadores. Por el fracaso al éxito; por el dolor al triunfo, por la
muerte a la Vida ;
por el dolor a la Gloria.
Por Francisco Pellicer Valero
Foto Josetxo Sáinz de Murieta
No hay comentarios:
Publicar un comentario