¿FALTÓ
ALGO A LA PASIÓN DE CRISTO?
No, de ninguna manera. Jesucristo vino a redimir al hombre con su
Pasión, y lo hizo a la perfección, porque la víctima era Él que es Dios, y por
lo tanto la víctima era divina. No se puede pedir más. Él era también y es el
máximo sacerdote. Él es y era sumo sacerdote. Y eterno. No se puede pedir más.
De modo que no hay ninguna duda.
Entonces, ¿porqué San Pablo dijo lo que dijo?. ¿Y qué dijo? Dijo esto:
"Completo en mi carne lo que falta a los padecimientos de Cristo, a favor
de su Cuerpo que es la Iglesia" (Col. 1,24).
Habrá que ver lo que explicó Cristo en los anuncios que hizo de su
Pasión, que fueron varios, pero principalmente tres. El primero fue a raíz de
la confesión de Pedro "tú
eres el Mesías" (Me.
8,29). Entonces Jesús empezó a instruirles: " El Hijo del hombre tiene que
padecer mucho, ser reprobado por los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, ser
ejecutado y resucitar al tercer dia" (Me, 8,11). Esto contiene los
elementos sacrificiales exigibles, pero si se quiere mayor precisión, vino después
el segundo anuncio de su Pasión, después de la Transfiguración diciendo así:
"El Hijo del hombre va a ser entregado a manos de los hombres y lo
matarán, y después de muerto, a los tres días, resucitará" (Me. 9,31). El
concepto muerte aparece repetido con el indudable sentido sacrificial. Tercer
anuncio, cuando Jesús va decididamente hacia Jerusalén: "Mirad, estamos
subiendo a Jerusalén y el Hijo del hombre va a ser entregado a los sumos
sacerdotes y a los escribas, lo condenarán a muerte y lo entregarán a los
gentiles, se burlarán de él, le escupirán, lo azotarán y lo matarán y a los
tres días resucitará" (Me, 10 33-35). Los padecimientos están bien
detallados: No escapa a la muerte: lo matarán.
Entonces, ¿ cómo ve
Jesús sus sufrimientos, su Pasión, su muerte?
1°.- Bueno, Jesús no padece porque las cosas son así, porque así es la
vida, hay que aguantar, qué le vamos a hacer.
2o.- Tampoco padece
porque es víctima de la maldad de los hombres. Él mismo explica por qué padece:
"El cáliz que me ha dado mi Padre ¿no lo voy a beber?"(Jn. 18,11). Y
Pablo hace lo mismo: tiene que padecer. Si quiere ser como su maestro, tiene
que padecer. Si quiere ser su Apóstol, tiene que padecer. Todos los mártires de
la Iglesia han procedido de la misma manera, padecer porque eran discípulos de
Cristo.
San Gregorio de Nisa, obispo, dijo a este
propósito: "No se nos oculta en qué sentido estaba Pablo al borde de la
muerte y mortificaba sus miembros, y llevó siempre en sí mismo la mortificación del Cuerpo de Cristo, estuvo siempre crucificado con Cristo, no
vivió nunca para sí mismo sino que Cristo vivió en él". En resumen, el
mismo San Pablo da la explicación de sus palabras en la última frase, "a favor de su Cuerpo que es la
Iglesia", porque
es la Iglesia la necesitada de los padecimientos de sus hijos. Es decir, no
basta con decir Cristo ya padeció y ya no hay que hacer nada más. Hay que
agregar nuestros padecimientos a los suyos. Eso es lo que hizo S. Pablo.
Ángel Aguirre Álvarez.
Consiliario
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