ASOCIACION BIBLICA SAN PABLO

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sábado, 7 de mayo de 2016

MUJERES DE LA BIBLIA: ABIGAIL

MUJERES DE LA BIBLIA 7: ABIGAIL




            Abigail, esposa primera del rico propietario Nabal y después una de las esposas del rey David, ha pasado a la historia como el prototipo de la prudencia y sagacidad. Los datos sobre su vida se recogen en 1 Sam 25, 2-44.
            David y los suyos habían agotado en el desierto todas sus provisiones; mandó a 10 muchachos a hablar con Nabal para que le ayudasen. Pero este hombre insensato, se burla de David y los despide injuriando a su jefe.
            Esto provoca una justa cólera contra David y piensa mandar a 400 de sus hombres para dar muerte a Nabal y a todos los suyos.
            Uno de los criados advirtió a Abigail de lo que pasaba y ésta mandó a su criados que preparasen a toda prisa. 200 panes y 2 odres de vino, 5 carneros ya preparados, 5 medidas de grano tostado, 100 pasteles de uvas pasas y 200 tortas de hijos secos. Lo cargaron sobre los asnos y montada en uno de ellos la prudente y hermosa Abigail.
            Cuando se encuentra con David, baja del asno, se postra en tierra y le da toda clase de explicaciones y disculpas: ella no sabía nada de lo ocurrido; de saberlo se hubiera resuelto sin dificultad. En cuanto a su marido no hay que tomarlo en serio porque es un loco y un necio. El Señor te ha librado de derramar sangre y de vengarte por su propia mano. Te ruego que este obsequio que tu sierva te hace sea para los muchachos que te siguen.
            El discurso de Abigail, modelo de prudencia y sensatez, se transforma en una sabia evocación de todo lo que el futuro rey de Israel debe al Señor. El a está segura de que David combate las batallas de Dios, que su causa es justa, que saldrá incólume de las persecuciones de Saúl y que llegará a ser rey de Israel. Cuando llegue ese día no tendrá remordimiento alguno.
            Abigail cuenta todo esto a su marido y éste cae en la cuenta del peligro a que había expuesto a sí mismo y a su familia y es tal el pavor que se apodera de él que sufre un ataque de apoplejía y muere.
            La noticia del fallecimiento de Nabal llega pronto a David y le produce un gran regocijo. Su muerte le presenta la imagen de aquella agraciada mujer tan inteligente y a la vez tan temerosa de Dios. Piensa que Abigail merecía una suerte mejor de la que le había tocado vivir con Nabal y decide hacerla esposa suya. Manda una embajada para pedir a Abigail en matrimonio.
            Fueron donde se encontraba esta viuda y le dijeron: “David nos envía a ti para pedirte que te cases con él.” Ella se levantó, se postro en tierra y dijo: “Aquí está tu esclava dispuesta a lavar los pies de los criados de mi señor” (1 Sam 25, 41).
            Se levantó a toda prisa y montó en su asno; la acompañaban 5 de sus doncellas. Siguió a los mensajeros de David y se casó con él. David tenía otra mujer llamada Ajinoán.
            De la vida posterior de Abigail con David y de sus relaciones con la otra que compartía el lecho matrimonial tenemos muy pocas noticias. Sabemos que viviría las peripecias de David que estaba perseguido por Saúl; en Hebrón asistió a la coronación de David como rey de Judá. Durante este tiempo la vida de Abigail transcurriría con más tranquilidad pero teniendo que compartir el afecto de su marido con otras cinco mujeres. Sabemos también que tuvo un hijo llamado Kilab, que fue el segundo hijo de David.

Por Francisco Pellicer Valero


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