ASOCIACION BIBLICA SAN PABLO

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domingo, 24 de mayo de 2015

EL ESPIRITU SANTO IV

ACTUACIÓN DEL ESPÍRITU SANTO SOBRE JESÚS (2)


C).- CRISTO, OBRA MAESTRA DEL ESPÍRITU SANTO:
Aunque decimos en el Credo que el Espíritu Santo procede del Padre y del Hijo, la presencia del Espíritu Santo en Cristo constituye un aspecto al que no siempre se le ha prestado la debida atención. No obstante, la realidad histórica de Cristo se halla de tal manera vinculada al Espíritu Santo que la omisión de esta relación acarrea inevitablemente una seria mutilación a la figura de Cristo y vuelve difícilmente inteligibles aspectos esenciales de su actividad. Podemos afirmar que CRISTO CONSTITUYE LA OBRA MAESTRA DEL ESPÍRITU SANTO.

Consideremos tres momentos en los que el Espíritu Santo irrumpe poderosamente en Cristo, creando en cada caso una situación nueva: la concepción inaugura el momento mismo de su existencia terrena, el bautismo abre la decisiva etapa de su vida pública, y la resurrección marca un giro radical: la superación del estado de Kénosis (= anonadamiento) y el inicio de su estado glorioso.(3)




a).- LA ENCARNACIÓN.- 
El misterio de la Encarnación se nos presenta como el acontecimiento histórico en que Dios cumple su voluntad, tantas veces anunciada en el Antiguo Testamento, de irrumpir en la vida de los hombres para su salvación.
La intervención del Espíritu Santo tiene un doble significado: por una parte, hace posible la realidad misma de Cristo como Dios hecho Hombre; con ello abre a toda la humanidad un horizonte de salvación y la eleva a una sublime dignidad. El Espíritu Santo es el artífice de este misterio en el que radica el fundamento y la originalidad del Cristianismo. Pero además, se hace presente en el alma el Espíritu Santo y habita en ella de un modo permanente y pleno. Esto constituye un dato imprescindible para comprender su vida y la incidencia de su vida en nosotros.(4)

b).- EL BAUTISMO.- 
El Bautismo en el Jordán supuso una nueva efusión del Espíritu Santo sobre Jesús, en virtud de la cual su existencia tomó un rumbo nuevo: Jesús queda públicamente confirmado como Mesías y el Espíritu Santo impulsa a Jesús a la actividad pública. Según Lucas (4,1) Jesús está lleno del Espíritu Santo y es la fuerza de este Espíritu, (Lc 4, 14) la que le guía en sus decisiones. El ministerio de Jesús, bajo todos sus aspectos, lleva el sello del Espíritu, un Espíritu que nunca ha estado ausente de su vida y que ha guiado, inspirado e impulsado su actividad mesiánica.

La Redención de la humanidad se efectúa como un gesto de amor y solidaridad del propio Dios con la humanidad pecadora. Y es en la Cruz donde este gesto solidario del Hijo enviado por el Padre alcanza su más absoluta realización.

En el interior del gesto oblativo de Cristo, posibilitándolo y suscitándolo, se encuentra el Espíritu Santo, que transformó el sufrimiento en Amor redentor.(5)




c).- LA RESURRECCIÓN.- 
La última y definitiva intervención del Espíritu Santo en Cristo tuvo lugar en el acontecimiento de la Resurrección. acontecimiento que realiza el Padre con el poder del Espíritu.

La Resurrección no destruye la identidad personal de Jesús, El Resucitado no es alguien distinto del Crucificado. Y sin embargo el cambio que se ha producido en Él es profundo y radical, pues ha modificado cualitativamente las condiciones de su existencia prepascual de limitaciones y servidumbres.

Del Padre parte la iniciativa de la acción resucitadora. Pero el Espíritu es el principio inmediato, el agente ejecutor de la Resurrección, pues lo suyo es suscitar vida con la inmediatez de su presencia y de su operación personal.

En adelante vive para Dios; pero la vida de Cristo para Dios significa al mismo tiempo una vida desbordante de Dios para Él: lo ha constituido “por encima de todo principado, potestad, autoridad y dominio, y por encima de cualquier otro título que se precie de tal, no sólo en este mundo presente, sino también en el futuro“ (Ef 1, 21) .(6)



(1)   Comité Jubileo 2000:El Espíritu Santo y Cristo.El Espíritu del Señor,o.c.págs 62 s.s.
Bauer:El Espíritu de Dios y Jesucristo.Dicc.Teol.Bíblica,col.347-350
(2)   Juan Pablo II:El Espíritu Santo,autor de la Santidad de Jesús.Creo en el Espíritu Santo.O.c.pág 206
(3)   Adolfo Barrachina:Comentario Dominum et Vivificantem.Ed.Edicep.Valencia,1998,págs 132-212
(4)   Juan Pablo II:Jesús,concebido por el Espíritu Santo.Creo en Jesucristo.Ed.Palabra.Madrid,1996,págs 26-31
(5)   Ch.Schütz:El Bautismo de Jesús.Mysterium Salutis.Vol.III.Ed.Cristiandad.Madrid,1980,págs 611-620
(6)   A.Díez Macho:Realidad histórica de la Resurrección de Cristo.La Resurreción de
Jesucristo y la del hombre.Ed.Fe Católica.Madrid,1977,págs 261-282.

Por Francisco Pellicer Valero
Fotografía: Mª del Carmen Feliu Aguilella


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