MORAL
FUNDAMENTAL Y ESPECIAL
Parece a muchos que esto es
demasiado duro, que la Moral Católica es demasiado estrecha. Desde luego,
comparada con la ética que algunos pregonan, es muy dura. Pero ¿va contra la
razón?. En absoluto: cuanto se mantiene en esa Moral halla su justificación en
el mantenimiento de la dignidad de la persona, en la defensa de la paz interior
y de la sociedad. Pensemos qué sería del mundo si todos siguiéramos esas normas
morales con perfección y comparemos con los resultados de no hacerlo así, cosa
que vemos todos los días. Algunos dicen que comportarse así es una utopía, es
imposible. Es, desde luego, muy poco probable que todos se comporten así, pero
es innegable que muchos lo hacen, luego no es pedir un imposible. Si la Iglesia
“bajase el listón” (como se dice en deportes), ¿hasta cuanto lo debería
rebajar? ¿Y, a gusto de quien? ¿Podría llegar a rebajar hasta lo ordenado por
los Mandamientos de la Ley de Dios? ¿No correría este riesgo? Esto ocurre
actualmente en algunos sectores incluso dentro de la misma Iglesia. Pensemos en
la postura de algunos obispos alemanes, por poner un caso reciente, enfrentados
con el Papa, al que exigen más “flexibilidad”. Y pensemos en lo que ocurrió
cuando se publicó la encíclica de Pablo VI. La famosa “Humanae vitae”. Hubo
muchos obispos que aprobaban que el papa admitiese la píldora y otros métodos
anticonceptivos, y a pesar de ello, el Papa sacó adelante su encíclica que
sentaba, tras mucha meditación, donde está el límite de la Moral Cristiana en
ese tema tan trascendente. El supremo representante del Magisterio de la
Iglesia consideró que no era él quien para contradecir en lo más mínimo la ley
de Dios y de la naturaleza que ha creado.
Son a veces temas difíciles para el
hombre y la mujer, pero ahí está el ideal, el mérito, la santidad. Otra cosa de
la que o habla la ética filosófica, es de que somos pecadores, pero podemos
arrepentirnos y ser perdonados. Algunas religiones cristianas no tienen el
sacramento de la CONFESION. Nosotros, sí, y nos ahorramos mucho dinero que
otros países gastan en psiquiatras y psicólogos. Ellos no están seguros de que
Dios les perdone por sus pecados; saben que por la fe se salvan, que Dios
perdona, pero no están muy seguros, les remuerde la conciencia y van al médico.
Pero nosotros, por suerte, sabiéndonos arrepentidos y con el firme propósito de
hacer lo posible por no pecar, confesando al sacerdote lo mismo que ellos al
psiquiatra, salimos convenidos de que
Dios nos perdona tal como manifiesta el representante de Cristo en ese momento.
De todo esto que hemos comentado, se
ocupa la llamada MORAL FUNDAMENTAL. Dejo para otra charla aquellos pilares
concretos en los que se basa esta Moral, y muy especialmente, los 10 mandamientos, lo que estudia la llamada
MORAL ESPECIAL.
Por José
Mª Catret Suay
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