ASOCIACION BIBLICA SAN PABLO

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sábado, 2 de marzo de 2013

NOTAS SOBRE LA JUNTA PROVINCIAL (8)



NOTAS SOBRE LA JUNTA PROVINCIAL (8)


         La Circular nº 17 fue de fecha 3 de diciembre de 1985 y contiene referencias un tanto personales, vinculadas a una grave operación de estómago que tuvo luigar el 14 de noviembre anterior que logré superar gracias a Dios.
         Decía en ella que agradecía las numerosas muestras de apoyo, visitas, cartas y llamadas telefónicas, interesándose por mi salud, y pude percibir realmente la influencia de las oraciones de todos.
         En primer lugar, porque consiguió que me abandonara en los brazos del Señor y aceptara se realizase en mí Su Santa Voluntad.
         En segundo lugar, porque inspirado por Él sin duda alguna, acudí, sin conocerlos, a los mejores médicos e mi Seguro, tan competentes y eficaces todos ellos (especialista en aparato digestivo, radiólogos, experto en grastroscopias, anestesista, cirujanos) que a las tres semanas de sentirme indispuesto había sido operado con resultado satisfactorio.
         En tercer lugar, porque los días anteriores a la operación gozaba de una tranquilidad y una paz que llamaba la atención a los amigos íntimos que venían a verme diariamente. Pude hacer vida normal hasta la víspera de ingresar en la Clínica, asistiendo por las mañanas a las clases de la Facultad de Teología y trabajando en el despacho por las tardes. Cuando hablábamos de la operación, mi falta de preocupación por la misma hacía que, cuando yo intervenía, hablara de ella como si fuera otra persona la que iba a operarse: yo mismo estaba asombrado de la serenidad que en mí reinaba. Sentía pocas molestias, me encontraba en plenas facultades físicas y psicológicas y no me consideraba enfermo. Gracias a esto, sólo permanecí nueve días en la Clínica cuando el cirujano opinaba que en operaciones de este tipo se suele estar un mínimo de quince días. Los resultados de los análisis y pruebas previas a la operación fueron todos correctos. Como remate feliz al buen desarrollo de todo este proceso, los dos últimos días de estancia en la Clínica tuve la dicha de participar en las Eucaristías que se celebraron en mi habitación en acción de gracias. El cirujano esperaba que , después de las vacaciones de Navidad, podría normalizar mi vida. Yo lo deseaba muy fervientemente, ya que el mes de octubre celebramos dos semanas bíblicas y teníamos solicitadas otras seis para aquel curso.


Por Francisco Pellicer Valero

MORAL FUNDAMENTAL Y ESPECIAL (7)

MORAL FUNDAMENTAL Y ESPECIAL
            Parece a muchos que esto es demasiado duro, que la Moral Católica es demasiado estrecha. Desde luego, comparada con la ética que algunos pregonan, es muy dura. Pero ¿va contra la razón?. En absoluto: cuanto se mantiene en esa Moral halla su justificación en el mantenimiento de la dignidad de la persona, en la defensa de la paz interior y de la sociedad. Pensemos qué sería del mundo si todos siguiéramos esas normas morales con perfección y comparemos con los resultados de no hacerlo así, cosa que vemos todos los días. Algunos dicen que comportarse así es una utopía, es imposible. Es, desde luego, muy poco probable que todos se comporten así, pero es innegable que muchos lo hacen, luego no es pedir un imposible. Si la Iglesia “bajase el listón” (como se dice en deportes), ¿hasta cuanto lo debería rebajar? ¿Y, a gusto de quien? ¿Podría llegar a rebajar hasta lo ordenado por los Mandamientos de la Ley de Dios? ¿No correría este riesgo? Esto ocurre actualmente en algunos sectores incluso dentro de la misma Iglesia. Pensemos en la postura de algunos obispos alemanes, por poner un caso reciente, enfrentados con el Papa, al que exigen más “flexibilidad”. Y pensemos en lo que ocurrió cuando se publicó la encíclica de Pablo VI. La famosa “Humanae vitae”. Hubo muchos obispos que aprobaban que el papa admitiese la píldora y otros métodos anticonceptivos, y a pesar de ello, el Papa sacó adelante su encíclica que sentaba, tras mucha meditación, donde está el límite de la Moral Cristiana en ese tema tan trascendente. El supremo representante del Magisterio de la Iglesia consideró que no era él quien para contradecir en lo más mínimo la ley de Dios y de la naturaleza que ha creado.
            Son a veces temas difíciles para el hombre y la mujer, pero ahí está el ideal, el mérito, la santidad. Otra cosa de la que o habla la ética filosófica, es de que somos pecadores, pero podemos arrepentirnos y ser perdonados. Algunas religiones cristianas no tienen el sacramento de la CONFESION. Nosotros, sí, y nos ahorramos mucho dinero que otros países gastan en psiquiatras y psicólogos. Ellos no están seguros de que Dios les perdone por sus pecados; saben que por la fe se salvan, que Dios perdona, pero no están muy seguros, les remuerde la conciencia y van al médico. Pero nosotros, por suerte, sabiéndonos arrepentidos y con el firme propósito de hacer lo posible por no pecar, confesando al sacerdote lo mismo que ellos al psiquiatra, salimos convenidos de que  Dios nos perdona tal como manifiesta el representante de Cristo en ese momento.
            De todo esto que hemos comentado, se ocupa la llamada MORAL FUNDAMENTAL. Dejo para otra charla aquellos pilares concretos en los que se basa esta Moral, y muy especialmente,  los 10 mandamientos, lo que estudia la llamada MORAL ESPECIAL.


Por José Mª Catret Suay

Resumen de la conferencia impartida por el Rvdo. D. Angel Aguirre

ACTUALIDAD DE SAN JUAN DE AVILA


Resumen de la conferencia que, con el título precedente, desarrolló nuestro Consiliario D. Ángel Aguirre en la última reunión de formación del pasado 26 de enero de 2013.

            San Juan de Ávila es un modelo para la nueva evangelización. Su vida y obras son lecciones dinámicas de cómo se evangeliza. Con razón ha sido llamado por los estudiosos “doctor de doctores y maestro de evangelizadores.” A esto añadiría –escribe el arzobispo castrense  Juan de Rio Martin- que también podría llevar el apelativo de  doctor paulino. De alguna manera en la bula de canonización de 1970, Pablo VI ya lo apuntaba con estas palabras: “fue en toda verdad un apóstol, una clara imagen de la predicación evangélica y, al mismo tiempo, una copia fiel del apóstol Pablo.”
            Modernamente ha influido de manera notable en el resurgir de la espiritualidad sacerdotal a mediados del s. XX. El influjo del Maestro Ávila traspasa las fronteras de España. Su figura y obra son objeto de estudios científicos en Universidades de  América, Alemania, Francia, Italia, España. Sus criterios fueron solicitados y asumidos por el Concilio de Trento, y por Concilios diocesanos como el de Toledo, Granada o Córdoba. Pablo VI diría de él en 1969:” Recibimos de él obras imperecederas de literatura mística; la joya del Audi, filia,  el fecundo epistolario… los enardecidos sermones… las pláticas a los sacerdotes, los Memoriales al C. de Trento, el Tratado del amor de Dios, y tantos otros”
            Estamos ante un  maestro en teología, predicador, reformador, escritor, pedagogo, catequeta, consejero espiritual, humanista e inventor. Su estilo se reconoce por la naturalidad y la elegancia de la prosa. Estos son ejemplos de su doctrina y su estilo:
            “Es tanta la alteza de las cosas de Dios, y tan baja nuestra razón, y fácil de ser engañada, que, para seguridad de nuestra salvación, ordenó Dios salvarnos por fe, y no por nuestro saber. Lo cual no hizo sin muy justa causa”. (San Juan de Ávila. “Audi, filia” (II), cap. 45,2)
            “Tales deben ser los curas cristianos, que no tengan necesidad que otro mire por el ánima de ellos.” (San Juan de Ávila. “Tratado sobre el sacerdocio”, 39)
            “¿Quien habrá que no siga al vicario de Cristo viendo que él sigue a Cristo?
            ¿Quién de los eclesiásticos osará vivir como quiere viendo a su príncipe vivir vida de cruz por bien de la Iglesia? (San Juan de Ávila. “Tratados de reforma”, 43)
            “Tener en grandísima estimación y obediencia perfectísima a todas las determinaciones de la santa Iglesia católica romana, la cual nos dio el Señor por universal maestría, enseñadora y declaradora de la ley divina, pues a San Pedro y a sus sucesores dio las llaves de la ciencia y del poder”. (San Juan de Ávila. “Dialogus  inter confessarium et poenitentem”,25).
            “Así como está muy lejos de quien cree, entender claramente lo que cree, así es cosa ajena del creer cristiano haber liviandad en el creer; pues que tenemos para creer tales razones que osaremos parecer y dar razón de nuestra fe delante cualquier tribunal, por muy justo que sea, como San Pedro nos amonesta que debemos estar los cristianos aparejados”. (San Juan de Ávila, “Audi, filia (II”). Cap.32,1)
      Esto lo decía él que pasó por un proceso de la Inquisición.

                                                                                              Ángel Aguirre Álvarez

SAN JUAN DE AVILA INSISTE

SAN JUAN DE AVILA INSISTE

            En la charla última habida sobre San Juan de Ávila (SJA), se puso de manifiesto el deseo de más ampliación del tema, y de referirlo a la posible bibliografía sobre el santo, para quien quisiera  abundar en su conocimiento. He querido satisfacer ambas cosas, y lo hago de la mano del que ha profundizado recientemente en la personalidad de nuestro santo, como es el Arzobispo Castrense de España, D. Juan del Rio Martin. Ciertamente, el Señor Arzobispo no deja en el aire ningún tema de los que abarcaron sus trabajos apostólicos.

            Es muy corriente referirnos a SJA como “el Maestro Juan de Ávila”. Y es que los coetáneos del santo ya solían llamarlo así en tono familiar, y es obvio que este título entraña una relación directa con la doctrina que enseñaba. Doctrina eminente. Tuvo el título de “Maestro”, pero no se trata de eso, sino de un magisterio vivo.  (Cf. A. HUERGA, ”El magisterio de San Juan de Ávila”, en: El Maestro Ávila,509) y asimismo, CONFERENCIA EPISCOPAL ESPAÑOLA, San Juan de Ávila, Maestro de evangelizadores. Mensaje del pueblo de Dios con motivo del V Centenario de San Juan de Ávila, 1999).

            Pero interesa sobre todo referir su doctrina al tiempo presente, para que veamos la oportunidad de su canonización y de su Doctorado reciente. Así lo ha puesto de relieve la CONFERENCIA EPISCOPAL ESPAÑOLA, XCIX  Asamblea Plenaria, San Juan de Ávila. Un doctor para la nueva evangelización, Madrid, 26 de abril 2012. Fue como una  escuela para vivir la realidad eclesial y sociológica de nuestra época, y en todas las culturas. J. ESQUERDA, “Una figura que trasciende su época”. Seminarios 201-202 (2011). Así de claro expresaba él la santificación de todo cristiano: “Rezas mucho, pero no amas a Dios, no amas al prójimo, tienes el corazón seco, duro, no partido con  misericordia; no lloras con los que lloran, y si esto te falta, bien puedes quebrarte la cabeza rezando y enflaquecerte ayunando; que no puso Dios en eso la santidad principalmente, sino el amor” (Sermón 76, III, 1031)

            Dado que en su tiempo concurrían circunstancias especiales, que tanto en política, como en espiritualidad (oración mental metódica, espiritualidad afectiva), o teología (realismo-tomismo y escotismo) creaban confusión en los creyentes, SJA desempeñó un gran papel en la divulgación teológica. De esto habla M. ANDRES, “La teología española en el s, XVI (Madrid 1976-1977), y J. ESQUERDA, “Doctrina teológica del Maestro Juan de Ávila en tiempo del postconcilio”. Miscelánea Comillas, 47-48 (1967). El núcleo de su planteamiento teológico es la Iglesia como Esposa y Cuerpo Místico de Cristo. Refiriéndose a los que estudian teología, decía: “La teología que escriben los santos y que es sólida, y en la que  concuerdan uno con otros, se debe preferir a la que estas condiciones no tiene, y por esto, parece que la  teología de santo Tomás y de san Buenaventura es la que más conviene para ser enseñada en las escuelas, aunque, en particular, puede cada uno leer otros buenos autores que hay” (Cf. Causas y remedios de las herejías II, 590-591). Sus escritos teológicos, bíblicos y espirituales son amplísimos y representan una prolongación viva de su magisterio oral. Por eso, es original la interpretación que hace de los datos de la Escritura, de los Padres, de la Tradición, fuentes clásicas del Magisterio. Su teología es evangelización e instrumento para ganar almas a Cristo.

                                                                                  Ángel Aguirre Álvarez. Consiliario

LIMITES


LIMITES

Olvidados los clásicos, los modernos no acabamos de acertar en un camino de equilibrio y  crecimiento ciudadano. Aquel humanismo griego que nos hablaba, y nos habla, de los límites de la razón, la cual no ignora los aspectos más trágicos de la existencia humana, pero confía en el poder del conocimiento y de la acción para superarlos. La prudencia es la primera y la última palabra de ese humanismo trágico que invita al hombre a querer todo lo posible, pero solamente lo posible, y a dejar el resto a los dioses. Nos hemos alejado de este humanismo. Y así nos va.

Ahora los límites los marcan las leyes, necesarias en un estado de derecho, pero insuficientes para hacer ciudadanos. Si se quema el bosque, endurezcamos las penas. Si los anti-sistema bloquean la ciudad, apliquémosles las leyes. Si crece el tráfico de drogas, mano dura con los traficantes. Si se roban los productos del campo, los rodeamos de vallas y si la corrupción invade el panorama nacional, (febrero 2013), manifiesto regeneracionista. Y así. Hace ya mucho que nuestra escuela y nuestra familia no educan en los límites, límites del propio individuo y límites de la sociedad en la que tendrá que desenvolverse.

Una de las primeras claves de la felicidad, individual y colectiva, es el conocimiento de los propios límites y su aceptación. Y digo felicidad y no bienestar. No es lo mismo. Este es otro debate en la civilización del espectáculo. Desde sus límites el individuo pone en marcha su creatividad, su libertad, su búsqueda de la verdad y su solidaridad. El grito es: ¡creativos, no usuarios! Si no se respetan los límites de las leyes es porque el individuo no conoce sus propios límites. Y quema, asalta, golpea y destroza cuanto sale a su paso y se corrompe.

A alguien le puede parecer este humanismo un humanismo de baja tensión. Desactivador de energías necesarias y justas. Considérese detenidamente. Las tertulias de cualquier signo se mueven en torno a la ley y la ideología que se profesa. Alguien tiene que hablar, en las tertulias, en los medios, en la calle, en la escuela, de antropología, de filosofía, de ética, de fundamento. El ciudadano es algo más que un voto, una idea política, una opción de partido. Familia, escuela y universidad tiene mucho que decir y, por tanto, a mi parecer, mucho que recuperar. Desear todo lo posible, solamente lo posible, y dejar lo demás a los dioses. Curiosamente todavía hablamos de Aristóteles. Por algo será.

Blas Silvestre, septiembre 2012