EL LIBRO DE ESTER
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Es una novela, cuyo argumento se sintetiza en la narración del sueño de Mardoqueo, que figura al principio del libro, y que se explica al final del texto. Es la historia de aquella Hedisa (Hadasá) que fue elevada por el gran rey persa Asuero a la dignidad de reina con el nombre de Ester. Es uno de los libros más populares y más lleno de efecto de la Biblia. Se debe esto a que el autor, desconocido, domina el arte de los grandes narradores hebreos y árabes. Una creciente tensión, tanto exterior como interior, domina el relato, y aparecen nuevas sorpresas constantemente. Lo atractivo del libro ha hecho que muchos hayan intentado imitar la novela ambientándola en los acontecimientos de su propio tiempo.
El
autor da credibilidad a sus invenciones adoptando la máscara de una crónica de
la corte, y oculta la tendencia nacionalista judía tras un tono que parece
objetivo, como si tuviera el encargo de recopilar con sobriedad histórica los
acontecimientos de la corte persa. Y es sorprendente que evite hacer referencia
a la inspiración divina, y dar a su pueblo el título de elegido, hasta tal
punto que, entre todos los libros de la Biblia, es éste el único que no
menciona a Dios.
No ensalza a la reina Ester y a su tutor Mardoqueo, no insulta a Aman
el enemigo de los judíos, sino que se fía de su fabulación y confía en que los
acontecimientos que él ha inventado, bastarán para indignar al lector contra
los enemigos de los judíos. Y lo consigue. El lector se alegra de todo corazón
cuando, al final, Aman cuelga de la horca. También el poeta se alegra, pero
oculta cuidadosamente su júbilo.
Esta estrategia del autor no puede
impedir, por otra parte, que el lector haga sus propias reflexiones y se
plantee serias objeciones, es decir, cómo es que aquella joven puede ocultar su
nombre y su origen durante tanto tiempo, o qué clase de visir era aquel que,
para acabar con su enemigo personal, quiere acabar con todo un pueblo, o qué
clase de rey era aquel que, queriendo condenar al exterminio a toda una nación,
al día siguiente, sin averiguar demasiado, permite que se ejecute a los
numerosos enemigos de ese pueblo. Lo que demuestra que, al final, falla la
objetividad del autor y se evidencia lo disparatado de la novela. Pero no
importa, porque el lector ya ha quedado cautivado en el desarrollo de la trama
Pero la forma en que la heroína Ester es manejada desde fuera, de una
manera pasiva, crea un vacío, que ha hecho que grandes poetas hayan fracasado,
al querer tomar el argumento con demasiada fidelidad. L. Feuchtwanger analiza
las causas: Racine (dice), en sus poemas, se refugia en el seguro puerto de la
piedad; a Grillparzer le recrimina haber dejado a medio hacer la obra que le
cautivaba por el dulce dinamismo de los versos del drama, y por el perfil
preciso de los personajes. De Martin Luther dice que rechazó con enojo el libro
de Ester. Y de Lope de Vega, que, aunque escribió su drama teatral en pocos
días, no lo hizo con mucho vigor, pero aún así, sirvió de modelo para otros
escritores.
Angel Aguirre Álvarez. Consiliario.
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