ASOCIACION BIBLICA SAN PABLO

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sábado, 20 de octubre de 2012

Al servicio de la Palabra



 
San Gregorio Magno, Homilía 17 sobre los evangelios (1-3: PL 76, 1139)

El Señor viene detrás de sus predicadores


Nuestro Señor y Salvador, hermanos muy amados, nos enseña unas veces con sus palabras, otras con sus obras. Sus hechos, en efecto, son normas de conducta, ya que con ellos nos da a entender tácitamente lo que debemos hacer. Manda a sus discípulos a predicar de dos en dos, ya que es doble el precepto de la caridad, a saber, el amor de Dios y el del prójimo.

El Señor envía a los discípulos a predicar de dos en dos, y con ello nos indica sin palabras que el que no tiene caridad para con los demás no puede aceptar, en modo alguno, el ministerio de la predicación.

Con razón se dice que
los mandó por delante a todos los pueblos y lugares adonde pensaba ir él. En efecto, el Señor viene detrás de sus predicadores, ya que, habiendo precedido la predicación, viene entonces el Señor a la morada de nuestro interior, cuando ésta ha sido preparada por las palabras de exhortación, que han abierto nuestro espíritu a la verdad. En este sentido, dice Isaías a los predicadores: Preparadle un camino al Señor; allanad una calzada para nuestro Dios. Por esto, les dice también el salmista: Alfombrad el camino del que sube sobre el ocaso. Sobre el ocaso, en efecto, sube el Señor, ya que en el declive de su pasión fue precisamente cuando, por su resurrección, puso más plenamente de manifiesto su gloria. Sube sobre el ocaso, porque, con su resurrección, pisoteó la muerte que había sufrido. Por esto, nosotros alfombramos el camino del que sube sobre el ocaso cuando os anunciamos su gloria, para que él, viniendo a continuación, os ilumine con su presencia amorosa.

Escuchemos lo que dice el Señor a los predicadores que envía a sus campos: La mies es abundante, pero los trabajadores son pocos; rogad, pues, al Señor de la mies que mande trabajadores a su mies. Por tanto, para una mies abundante son pocos los trabajadores; al escuchar esto, no podemos dejar de sentir una gran tristeza, porque hay que reconocer que, si bien hay personas que desean escuchar cosas buenas, faltan, en cambio, quienes se dediquen a anunciarlas. Mirad cómo el mundo está lleno de sacerdotes, y, sin embargo, es muy difícil encontrar un trabajador para la mies del Señor; porque hemos recibido el ministerio sacerdotal, pero no cumplimos con los deberes de este ministerio.

Pensad, pues, amados hermanos, pensad bien en lo que dice el Evangelio: Rogad al Señor de la mies que mande trabajadores a su mies. Rogad también por nosotros, para que nuestro trabajo en bien vuestro sea fructuoso y para que nuestra voz no deje nunca de exhortaros, no sea que, después de haber recibido el ministerio de la predicación, seamos acusados ante el justo Juez por nuestro silencio.

viernes, 12 de octubre de 2012

NOTAS SOBRE LA JUNTA PROVINCIAL(3)


NOTAS SOBRE LA JUNTA PROVINCIAL(3)

Por Francisco Pellicer Valero

1.   los Estatutos de la Asociación fueron APROBADOS por la XLVII Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Española, el día 21 de Noviembre de 1987.

2.   Pero, con anterioridad al referido acuerdo aprobatorio y como ya mencioné en la Circular n° 305, la iniciativa de D. Santiago Guijarro Oporto fructificó en diversas diócesis (sin que podamos en este momento aportar más datos) generando la agrupación y creación de no pocos grupos de Diplomados que -al hallarse pendiente de crearse por los cauces canónicos pertinentes la Asociación a nivel nacional en la que pretendían quedar integrados- decidieron constituir unas "Asociaciones de Diplomados Bíblicos" que, posteriormente y a partir de la creación y aprobación de la Asociación Bíblica Nacional, quedaron integradas en la misma con la denominación de "Juntas Provinciales" de la indicada Asociación.

3.   Esta situación explica que, en enero de 1985 v con ocasión de visitar los fundadores de la Junta de Valencia al entonces Arzobispo D. Miguel Roca Cabanellas, aparte de ponerse a sus órdenes e informarle de la situación nacional y local, le informasen también de que, no estando todavía registrados, nos habíamos autodenominado "Asociación de Diplomados Bíblicos", con la que contaban iniciar sus actuaciones a reserva de la plasmación legal en unos Estatutos adecuados.

4.   Es decir, se procedió a crear la Junta Provincial de Valencia, antes de la creación de la Asociación de ámbito Nacional. Este hecho resulta acreditado por la documentación que existe en mi poder para poder reconstruir los hechos.

5.   De todo lo expuesto resulta:


A.   La Junta Provincial de Valencia de la referida Asociación de ámbito nacional, quedó constituida aproximadamente dos AÑOS ANTES DE LA APROBACIÓN DE LOS ESTATUTOS DE LA ASOCIACIÓN DE ÁMBITO NACIONAL.

B.   El 18 de enero de 1985, la "ASOCIACIÓN DE DIPLOMADOS BÍBLICOS DE VALENCIA" FUE RECIBIDA EN AUDIENCIA POR EL ENTONCES ARZOBISPO DE VALENCIA D. MIGUEL ROCA CABANELLAS. como hemos indicado.

C.   Disponemos de una fotografía en que, presididos por el Arzobispo monseñor Roca, aparecen las siguientes personas:


a)   Rvdo. D. Jesús Gómez, Sacerdote y colaborador.

b)   Francisco Pellicer Valero,  Presidente Provincial de Valencia, y su esposa.

c)   Dr. Manuel Antonio Martínez Ajado, Vicepresidente de nuestra Junta Provincial.

d)   Sor Amparo Faulí Gramontell, Carmelita.

e)   La Madre Mercedes Jiménez, de la Orden de Sta. Ana

MORAL FUNDAMENTAL Y ESPECIAL (4)


MORAL FUNDAMENTAL Y ESPECIAL (4)



Por José M" Catret Suay

El Catecismo de la I. Católica define la conciencia como "un juicio de la razón por el que la persona humana reconoce la cualidad moral de un acto concreto que piensa hacer, está haciendo o ha hecho". El diccionario de la RALE dice "es el conocimiento interior del bien y del mal". Algunas teorías contemporáneas niegan que exista la C. y dicen que la C. es una creación de prejuicios religiosos. La Biblia, en cambio, habla de la C. del hombre, de los "remordimientos de C." En el nuevo Testamento se menciona hasta 30 veces la C. San Pablo dice, entre otras referencias, que "tendremos que dar cuenta a Dios de los juicios de la conciencia". Pero hay que distinguir entre lo que se entiende por "libertad de conciencia", bajo cuya expresión cabe entender que la C. de cada hombre puede estar al margen de cualquier ley, incluso la de Dios, y la "libertad de las conciencias", que se refiere a la dignidad de cada persona y al derecho que tiene a que se respete su C. Ya vimos que según una doctrina jurídica, mantenida por algún alto tribunal, cuando una C. se basa o fundamenta en alguna norma, teoría o supuesta religión o posición filosófica, esta debe estar garantizada por una tradición acendrada, por eso que llamamos "sentido común", es decir, debe ser respetada porque entendemos todos que es respetable.

Algunas teorías sostienen gue la conciencia es un juicio que cada uno se hace a sí mismo, y que cada uno debe actuar según "su" conciencia. Pero esto es una falsedad, a la que ataca la "Veritatis splendor"y que acarrea, como es lógico, muy malas consecuencias. Desde el momento en que uno niega la existencia de Dios, de una norma o ley eterna, puede sostener que no existe la verdad objetiva, que cada conciencia crea su propia verdad. Pero lo cierto es que existe esa verdad, que la razón humana sabe distinguir donde está lo malo y lo bueno, aunque muchas veces se haya oscurecido la mente por falsas teorías, por conveniencias egoístas, etc. Decimos entonces que esa conciencia se ha deformado. Por tanto, si la conciencia se puede deformar, también se puede formar. Todos tenemos el deber de formar adecuadamente nuestra conciencia.

La recta conciencia, para nosotros, se fundamenta en la Biblia, en la Tradición y en el Magisterio de nuestra Iglesia Católica. La conciencia de los niños se va formando por el ejemplo y las palabras de sus padres, de sus maestros, de los catequistas, etc. y éstos "maestros" han de tener buen conocimiento de donde está la verdad y donde no. Es curioso que los niños se dan cuenta muchas veces de cuándo un mayor no habla o actúa correctamente. La deformación de la conciencia puede venir, como dice el Catecismo, por "el desconocimiento de Cristo y su Evangelio, los malos ejemplos recibidos de otros, las pasiones, el rechazo de la autoridad de la Iglesia, una mal entendida autonomía de la conciencia, la falta de caridad..." Estos riesgos demandan del buen cristiano una atención y cuidado especial.

No siempre veremos claramente en cada problema cual es la verdadera solución, y para esos casos hay que actuar generosamente, y consultar a alguien que esté mejor formado que nosotros. De ahí la necesidad o conveniencia de las buenas lecturas, del confesor o de la dirección espiritual.

La Moral fundamental cristiana no va en contra de la Ética racional que muchos ateos defienden porque ésta se basa sólo en la razón, y nuestra M. se basa también en la razón aunque, además, para mayor concreción, en la Revelación, como decía antes. Efectivamente, nada de cuanto propone nuestra M. puede ser tachado de irracional, sino a lo sumo, de "políticamente incorrecto" (como se dice ahora) porque resulta incómoda o lesiona algunos Intereses o posiciones egoístas de la gente.

Toda nuestra M. se basa en el dato de un Dios creador de todo, y por tanto de cuantos principios físicos, matemáticos o psíguicos rigen en el universo. Es decir, lo que se conoce como LEY ETERNA que definen tanto San Agustín como Sto. Tomás así: "Es la razón o la voluntad de Dios que manda conservar el orden natural y prohibe perturbarlo", o sea que rige todo cuanto existe. En cuanto esa Lev Eterna se refiere a la criatura humana, se llama LEY NATURAL (que, como sabemos, muchos niegan su existencia...) Es la luz de la Inteligencia ¡nfundida por Dios en la naturaleza racional del hombre; es la expresión de la sabiduría divina. Ya el gran dramaturgo griego Sófocles, nacido el 495 antes de Cristo, en su obra "Antígona", hace decir a la protagonista, Antígona, a quien el rey prohibe enterrar a su hermano. "-No creo que vuestras leyes tengan tanta fuerza que hagan prevalecer la voluntad de un hombre sobre la de los dioses, sobre esas leyes no escritas e inmortales; éstas no son de ayer, son de siempre ¿Acaso podré por consideración a un hombre, negarme a obedecer a los dioses?". Sófocles reconoce la ley natural, impuesta por "los dioses", pues aún no creía en un solo Dios.(continuará).

CIENCIA Y REFLEXIÓN SOBRE EL HOMBRE LLEVAN A DIOS(3)


CIENCIA Y REFLEXIÓN SOBRE EL HOMBRE LLEVAN A DIOS(3)



Por Erreuve



V       Guitton, una vez descartada la tesis del azar, saca algunas conclusiones:

1.    El universo tiene un eje; mejor, un sentido: tiene una historia; si hay en el cosmos un tránsito de lo heterogéneo a lo homogéneo,...un progreso constante de la materia hacia estados más ordenados,... una evolución de las especies hacia una "superespecie",... todo lleva a pensar entonces que, en el fondo del mismo universo, hay una CAUSA de la armonía de las causas, una INTELIGENCIA".

Y afirma después:  "Concluyo, por lo tanto, al observar la pasmosa complejidad de la vida, que el universo es inteligente': una inteligencia que

trasciende lo que existe en nuestro plano de realidad ORDENÓ (en el instante primordial de lo que llamamos creación) la materia que ha dado origen a la vida".

2.    Hay algo más. Guitton dice que la aparición de la vida y de las condiciones biológicas fue debida a que la materia parece estar tan finamente ajustada a sus leyes más importantes que, de haberse producido alguna variación en sus constantes (es decir, en la "dosificación" de las mismas), NUNCA HUBIESE SIDO POSIBLE EL FENÓMENO DE LA VIDA.

Parece como si todo estuviese sabiamente programado para que la materia consiguiese ascender hacia las formas superiores de la vida y la conciencia. El universo "acertó":

      en la intensidad de la explosión INICIAL;

      en la constante de gravitación;

      en la cantidad de helio producida en los tres primeros minutos de vida del universo;

      si alguna dosis de algunos de los componentes iniciales hubiera tenido un mínimo "defecto" el universo no hubiera podido aparecer tal como lo conocemos hoy.

Todo esto ha recibido el hombre de "principio antrópico", formulado en 1974 por el astrofísico inglés Brandon Cárter, en la forma siguiente: "El universo se encuentra, exactamente, con las propiedades necesarias para engendrar un ser capaz de conciencia y de inteligencia".

3.    Guitton concluye:


A.    "... el universo parece construido y regulado -con una precisión inimaginable- a partir de algunas grandes constantes. Se trata de normas invariables, calculables, de las que no se puede saber por qué la naturaleza escogió tal valor en lugar de tal otro. Se debe asumir la idea de que, en todos los casos, con VALORES DIFERENTES del 'milagro* matemático sobre el que descansa nuestra realidad, el

universo habría presentado los caracteres del caos absoluto: danza

desordenada de átomos, que se juntarían un instante y se separarían al siguiente para recaer sin cesar en sus insensatos torbellinos. Y puesto que el cosmos remite a la imagen de un orden, este orden nos conduce, a su vez, hacia la existencia de una CAUSA y de un FIN

exteriores a él.

B.    Para quien no admita el "absurdo" de tantas causas inverosímilmente juntas, es más "razonable" pensar que esas extrañas coincidencias cósmicas obedecen a un plan organizador previsto por un ser inteligente.

C.  La mente se abre así al reconocimiento del Dios de la religión.

UNA PROFECÍA ARRIESGADA


UNA PROFECÍA ARRIESGADA



"Eso que contempláis, llegará un día en que lo derribarán, hasta que no quede piedra sobre piedra" (Luc. 21,6)

"Cuando veáis a Jerusalén sitiada por los ejércitos, sabed que está cerca su devastación" (Le. 21,20)

"Habrá una necesidad tremenda en esta tierra y un castigo para este pueblo" (Le. 21,23) "...y Jerusalén será pisoteada por los paganos"(Lc. 21,24)

¿Se puede aplicar a una profecía el calificativo de arriesgada? Sólo en sentido profano. Es lo que se podría decir hablando en términos humanos, porque siempre es arriesgado predecir el futuro.

Alguna vez los profetas bíblicos se refirieron al futuro anticipándolo y abriéndolo, pero corrientemente, ellos se refieren al presente o al pasado. La palabra es la herramienta característica del oficio profético, y la usan en instancia crítica frente al orden (o desorden) establecido, y proyecta su denuncia a todas las áreas de la vida, sea religiosa, social, económica o política, etc. Y sin embargo, la palabra "profecía" ha hecho fortuna como enfoque del futuro, tanto que el diccionario la define como "predicción de las cosa futuras en virtud de un don especial".

En sentido puramente humano, la profecía de Jesús contenida en los párrafos del encabezamiento, tiene tantos detalles precisos y está hecha para una distancia temporal tan próxima a los oyentes y posibles testigos, que sin duda podría calificarse de arriesgada. De ahí que la sorpresa ante esas palabras la expresan como nadie los propios discípulos, haciendo un comentario con mucha sutileza. Estuvieron tentados a decir: "pero Maestro, ¿cómo va a ser eso posible?". Y sin embargo, dijeron: "Maestro, ¿cuándo va a ocurrir eso?", y es que a la fuerza tenían que pedir una explicación, ante la gravedad de lo que acababan de oír.

Que las cosas sucedieron exactamente como se pronunció la profecía, lo atestiguan los hechos que los historiadores nos han transmitido. El año 70, Jerusalén fue sitiada por los ejércitos. En febrero de ese año, el Senado de Roma proclamó a Vespasiano emperador y emprendió el viaje hacia Roma. Pero Vespasiano había pactado con su hijo Tito, que Jerusalén debía caer antes de final de junio. Aquella era una promesa imposible de cumplir.



Ángel Aguirre. Consiliario