CIENCIA Y RELIGION
Resumen de la conferencia dada por Rafael Villanova en la reunión del pasado 10 de Marzo del corriente año.
Ciencia y religión son DOS modos posibles de acercarnos a la realidad de Dios.
Ciencia es "un modo de conocimiento que aspira a formular mediante lenguajes rigurosos y apropiados -en lo posible, con dominio del lenguaje matemático- leyes por medio de las cuales se rigen los fenómenos."
La religión la podemos definir con la vieja fórmula catequética en la forma siguiente: "Virtud que nos mueve a dar a Dios el culto debido".
Todas las religiones, en general, sostienen la existencia de Dios y que, de una u otra forma, el mundo creado ha salido de sus manos.
CONFLICTO ENTRE CIENCIA Y FE.
1. Históricamente se han dado y se siguen dando conflictos indebidos entre teorías de la ciencia y de la religión: algunos teólogos del pasado y algunos científicos o filósofos de la ciencia, éstos del siglo XX.
2. Es preciso reconocer que:
No estaban justificados los intentos de discutir (o condenar) doctrinas científicas como el heliocentrismo de Copérnico y Galileo o el evolucionismo de Darwin.
Tampoco los intentos del neopositivismo, del psicoanálisis, o del marxismo, para liquidar la religión so pretexto de que las verdades de la religión no son susceptibles de una verificación empírica.
3. Resumamos la evolución de los conocimientos científicos.
Hay cuatro períodos:
1o) El de la ciencia griega de Alejandría (siglo IV a. C. a S. II d. C). Cabe señalar: La creencia en un sólo elemento fundamental (arjé) o combinaciones de unos pocos elementos; Predominio de la ciencia matemática y astronómica; Esfericidad de la Tierra (Eratóstenes); el origen natural de las enfermedades (Hipócrates). Ya en la Edad Media, se sigue mucho a Platón y Aristóteles, la ciencia se centra en conocer el mundo en tanto que participación de la infinita perfección divina, y la filosofía y la teología ocupan le centro del saber humano. 2o) La revolución científica de los siglos XVI-XVII produce un cambio profundo: Se privilegia la observación empírica de lo real; la inducción y la experimentación sustituyen al método deductivo; grandes nombres unidos a grandes descubrimientos: -Copérnico (1473-1543): rotación y traslación de la Tierra; -Kepler (1571-16430): explica las órbitas de los planetas; -Galileo: ciencia empírica; -Lavoisier: pionero de la química moderna; -Harvey: descubridor de la circulación sanguínea; -Newton: principio de la gravitación universal:
3o) El tercer período: siglo XIX. Física y química se consolidan y aumentan sus conocimientos teóricos; La revolución industrial coincide con la revolución científica, ayudándose recíprocamente; la teoría de la evolución (Darwin) y las teorías de Ch. Lyell en el campo de la geología.
4o) El siglo XX.- Caracteres: asombroso desarrollo técnico; cambio radical en la perspectiva filosófica de los científicos ilustrados; humildad y prudencia entre los científicos.
Toma de conciencia en los actuales científicos de sus propios límites, como apunta L.W.H. HULL, que destaca que, a comienzos del S. XX, se produjeron tres desarrollos destructivos: la relatividad, la teoría de los quanta y la teoría eléctrica de la materia. Tras los estudios de Karl Popper, se le quita a la ciencia toda pretensión de verdad absoluta.
A la vuelta de todas estas consideraciones, hay que quedarse con Isaac Asimov cuando sostiene -en su libro "Introducción a la ciencia"- que hoy la frase "última verdad" se ha transformado en una expresión carente de significado pues no existe forma alguna que permita suficientes observaciones para alcanzar la verdad cierta y, por tanto, ÚLTIMA.
4. Conviene decir alao sobre la absolutización de la ciencia.
A. En el s. XIX se han conseguido enormes éxitos en física, química, biología, psicología o sociología; medicina y farmacia.
B. Esos logros han propiciado la aparición de una doctrina que sostiene que la ciencia debe ser el conocimiento definitivo e inapelable en cualquier asunto susceptible de ser conocido.
Esta postura está representada por el neopositivismo (de Witthenstein y el círculo de Viena) y por el racionalismo crítico de Hans Albert.
C. Todo ello ha creado, con ayuda además de los medios de comunicación, una convicción según la cual la ciencia puede explicarlo todo; o bien, sólo la ciencia puede asegurar el progreso del hombre y resolver sus problemas.
En las versiones más fuertes este "cientismo" sostiene dos seguridades:
UNA: todos los problemas se pueden resolver y todas las preguntas pueden ser contestadas gracias a la aplicación adecuada del método científico (si no ahora, sin duda en el FUTURO).
OTRA: como todo se basa en la ciencia, deben ser los expertos particulares quienes GOBIERNEN, porque sólo ellos pueden plantear y resolver correctamente los problemas de las sociedades.
TODO ESTO suena a una barbaridad incalificable y brutal peor que cualquier dictadura o tiranía y que convertiría a los seres humanos en auténticas cobayas, y crea un doble reduccionismo: epistemológico y ontológico.
• Epistemológico, pues se afirma indebidamente que sólo el conocimiento científico es verdadero, de suerte que todo lo que no se someta a los criterios de verificación científica, no puede considerarse estrictamente hablando verdadero conocimiento.
Un ejemplo notorio es el del Nobel de Física, Stephen W. Hawking que mantiene la seguridad de que en el futuro se obtendrá un saber total y definitivo exclusivamente de la ciencia.
De esta teoría, muy controvertida por cierto, la ciencia tendría, según él, el poder para dilucidar el problema de la existencia o no existencia de Dios.
• El reduccionismo ontológico lo vemos presente en la obra de algunos filósofos que sostienen que la religión está destinada a ser suplantada por el conocimiento científico. En la nómina de esta postura están personajes como Enrique Tierno Galván y Javier Sádaba.
Es inevitable una crítica de esta actitud absoluta que convierte al hombre en una cobaya como no haya tenido la "suerte" y el "poder" de elegir la profesión de científico... En esta crítica, se articulan algunos puntos:
Primero.- El filosofo Edmund Husserl denunció la paradoja de la nueva ciencia experimental pues el EXCLUSIVISMO del cientismo -no admitiendo otra realidad que la accesible al experimento y la observación empírica- desemboca en una nueva reducción de la experiencia.
Y dirá que la crisis de las ciencias es su incapacidad para responder a "las preguntas por el sentido o el sinsentido del conjunto de la existencia humana."
Segundo.- La crítica de la unilateralidad del cientismo es sobre todo el olvido por parte de algunos científicos y filósofos de la ciencia de lo que son las premisas en que se fundó la ciencia moderna.
Así:
1.- Su reduccionismo es consecuencia de que han ido más allá de lo que su método permitía, invadiendo terrenos ajenos e impropios de su campo experimental.
2.- El cientismo va en contra del espíritu prudente y consciente de los verdaderos científicos.
3.- Si el método científico elige un tipo de realidad, la empírica, única susceptible de de ser observada y experimentada, es inadecuado concluir que sólo existe ese tipo de realidad.
Resulta patente el reduccionismo ontológico. Se niega en la práctica aquello que previamente se ha puesto entre paréntesis. La ciencia no puede olvidar que hay otras cuestiones que la mera descripción del mundo.
Por ejemplo, junto a las leyes del mundo, hay cuestiones sobre su POR QUÉ último, como plantea Heidegger: "Por qué hay algo y no más bien la nada?"
4.- Por otro lado, la técnica es la aplicación de la ciencia experimental a la solución de ios problemas de las condiciones de vida del ser humano.
Sin embargo todo ello ha sido tan poco positivo que este proceso imparable puede conducir a terminar con la vida misma sobre la tierra y con la tierra misma, como afirma J. M. Mardones en "Análisis de la sociedad y fe cristiana".
Cada día vemos con claridad más meridiana que la técnica postula, mejor dicho, está pidiendo a gritos una ética, una moralidad de uso, porque en sí misma es totalmente amoral o, mejor dicho, discurre por sendas que conducen a un descontrol si no son reguladas.
5.- O sea, ciencia y técnica proporcionan los medios adecuados para conseguir eficazmente unos fines, PERO no pueden determinar desde sí mismas esos fines.
Es preciso:
A. - Una reflexión filosófico-antropológica, ética, política, moral también, etc. que señale a los científicos los objetivos preferenciales de su investigación que sean capaces de humanizar al hombre.
B. - Si sólo es válido el conocimiento conseguido por la misma ciencia, ésta se queda ciega y ya no hay garantías de que esté al servicio del hombre.
La problemática del aborto a nivel mundial y el peso mediático y de formación de opinión, es un ejemplo patente y sangrante de a dónde puede llegar la ciencia sin un control direccional; lo de direccional engloba ética, solidaridad, justicia, respeto a los semejantes, caridad (ese término tan atacado y desacreditado), moral en una palabra...
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