NOCIONES DE MORAL (5)
Algunos principios morales
1. - La raíz de todos los pecados está en el corazón del hombre. Sus especies y su gravedad se miden principalmente por su objeto (CIgC, 1873). En consecuencia para valorarlo se ha de atender al corazón y a la objetividad del acto que se comete o se omite.
En efecto^ no es lo mismo que se dispare accidentalmente nuestra escopeta y mate a un vecino, que acechar al vecino detrás de un seto y asesinarlo una noche con toda comodidad.
En el primer supuesto se trata de un accidente que, en el peor de los casos, podría haberse producido por imprudencia.
El segundo supuesto es un caso claro de asesinato, con la alevosía característica del mismo y con nocturnidad y probablemente con la agravante de la envidia o del odio que son facetas de un mismo mal.
2. - Valorar los pecados internos, cuidar la bondad de los juicios y la pureza de corazón, son un excelente medio para evitar el pecado y para la formación de la conciencia.
Este número postula evitar el pecado y la formación de la conciencia:
A. - Valorar los pecados internos^ pensamientos, juicios, ambiciones simpatías y antipatías.
Es increíble, a veces, el tremendo brote de resentimiento que se produce por una sinrazón en una junta de escalera,' la indignación y asco ante un engaño; lo vergonzante de la propia agresividad ante tanta injusticia; el escándalo que nos produce ver y comprobar, cada día más, la indignante contradicción de nuestros semejantes y nosotros mismos somos veraces y mentirosos, devotos y rebeldes y blasfemos; pacíficos y (en el menor de los casos) homicidas potenciales,' santos desde nuestra óptica personal autoabsolvente y auténticos criminales de pensamiento.
Y es cierto que -a pesar de nuestros propios defectos- somos capaces de constatar la mentira y falsedad ajenas, el egoísmo, la falta de caridad, el engaño y el latrocinio emboscados en individuos, en la calle, etc.
Hay momentos en que tenemos una conciencia tan clara de esto que nos ponemos al borde de la desesperación.
En fin, de todo esto surge la necesidad de valorar nuestros pecados internos, aprender mejor a vernos en nuestros semejantes; concienciar nuestras iras, codicias y concupiscencias; nuestros defectos, para aprender a navegar mejor por nuestra conciencia.
B. - Evitar todas estas cosas que envenenan el corazón y el alma. Cuidar la bondad en los juicios y valoraciones de los demás.
Erreuve
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