EL ENTORNO DE LOS PROFETAS
"Yo dejaré en medio de ti un pueblo humilde y pobre, y en el nombre de Yahvéh se cobijará el resto de Israel" (Sof. 3,12)
8.- NAHUN
El profeta Nahun menciona la catástrofe que las máquinas de guerra asirías produjeron a continuación en Egipto. Hicieron tabla rasa de los célebres templos junto al Nilo. La metrópoli del Alto Egipcio no se rehízo ya más de tan duro golpe. El mundo de entonces cayó a los pies de los asirios. Desde allí hasta las montañas de Armenia y la desembocadura del Eufrates, todos los pueblos les estaban sometidos. Pero, apenas se había escalado el pináculo de la gloria, el Imperio empezó a decaer. Assurnasirpal no era un conquistador de la talla de su padre Asaradón, ni de su abuelo Senaquerib.
Ese imparable declive lo anuncia el profeta NAHUN: "Ay de la ciudad sanguinaria, toda ella mentira, llena de violencia... Allí yacen multitud de víctimas y muchedumbre de muertos, infinidad de cadáveres" (Na. 3,1,3). Se está refiriendo al fin de la ciudad de Nínive. Y no es menor el tono de la amenaza que profiere SOFONÍAS: "Luego se dirigirá el Señor contra el Norte, convertirá en ruinas a Asiría, hará de Nínive una desolación, la dejará árida como un desierto" (Sof. 2,13)
Al nordeste había surgido, en las montañas de Irán, el reino de los medos. Y la coalición medo-babilónica conquistó Asur en el año 614 a .C, y Nínive en el 612.
La derrota de Asiría concedió un breve respiro a Judá y a los otros pueblos. Trató de aprovecharlo aquel rey de Judá que muchos consideraron como el único rey que congenió con David: el rey Josías (639-609), que subió al trono a la edad de 8 años, y consideró que había llegado el momento de llevar a cabo una profunda reforma del culto.
En el año 621 acaeció un hecho que provocó una enorme conmoción. Cuando se realizaba una renovación en el templo de Salomón, se descubrió allí un libro de origen desconocido. Se trataba de una forma primitiva del DEUTERO-NOMIO, de la "Segunda Ley" como se llamó más tarde. Era un código que se hacía pasar por el gran discurso de despedida de Moisés antes de tomar la tierra de posesión. Así que creyeron escuchar en este libro la palabra de Dios. El rey ordenó que el libro fuera leído ante la asamblea en el templo. Se concentró por primera vez todo el culto en Jerusalén y en el templo, de modo que todos los sacerdotes de Yahvéh deben trasladar su residencia a Jerusalén.
El rey Josías suprimió en Jerusalén el culto extranjero, "exterminó a los nigromantes y adivinos, a los dioses familiares y demás objetos de culto abominables, que se veían en Judá y en Jerusalén" (Re. 23, 24 ).
Ángel Aguirre
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