COMO Y CUANDO NACIO LA FE
No me
refiero a la fe personal, a ese momento en que uno puede empezar a creer,
momento en el que la fe empieza a crecer en él. Me refiero a la fe histórica.
¿Es que la FE
empezó a existir en un momento determinado? ¿La FE no es de siempre?
La historia
de la FE comienza
con una emigración. La emigración de Teraj, de su hijo Abraham, de su nieto Lot
y resto de la familia. Debió producirse hacia el año 2000 a . C., una época en que
Sumeria estaba en plena decadencia.
“Teraj
tomó a su hijo Abraham, a su nieto Lot, el hijo de Haran y a su nuera Saray la
mujer de su hijo Abraham, y salieron juntos de Ur, para dirigirse a Canaan.
Llegados a Jaran, se establecieron allí” (Gen 11, 31).
Ur era en
esa época, y desde hacía algo así como un siglo, la capital de Sumeria. Las
casas se hacían entonces en Ur, de ladrillo. Un gran progreso. Y se ha
descubierto una pirámide de ladrillo verdaderamente enorme: 90 m . de largo por 60 de
ancho, y una altura que entonces debía de ser de 40 m . Podía ser lo que queda
de la torre de Babel.
La historia
de Sumeria es una larguísima historia de invasiones. Una de ellas fue la de los
gúteos que destruyeron el admirable sistema de de canalizaciones para el riego.
Con los Acadios sufrieron la invasión de una lengua polisilábica (la de Sumeria
era monosilábica), de las que pertenecen a las lenguas semíticas. Pero la
última invasión fue justamente en tiempos de Teraj. Fueron los elamitas.
Sencillamente acabaron con esa civilización, de la que no quedó siquiera la
lengua. Resulta que Sumeria ya no volvería más a ser Sumeria. La civilización
sumeria de 2.550 años a. C. era la más evolucionada del mundo, con obras como
la epopeya de Gilgamesh. Su curioso sistema de escritura es el llamado cuneiforme.
La escritura era la ideográfica inventada por ellos. Los historiadores llaman
historia con H mayúscula al período que comienza con la invención del a
escritura. Todo lo anterior es prehistoria. Pero el florecimiento de Sumeria
tuvo lugar antes, entre 4000 y 2400
a . C. Esta gente salió de la prehistoria e inventó la
astronomía, las matemáticas, el calendario (dicen que con sus 12 meses, día de
24 horas y hora de 60 minutos), el sistema de pesas y medidas, el sistema
postal, la irrigación artificial, y la rueda (es decir, arrastre sobre
rodillos).
Abraham se
sitúa alrededor de 2000 a .
C. Desde él arranca nuestra fe. “Por la fe respondió Abraham, al llamamiento
de salir para la tierra que iba a recibir en herencia, y salió sin saber a
dónde iba” (Heb 11, 8). “Hemos quedado en que la fe de Abraham le
valió la rehabilitación” (Rom 4, 9) “Porque la promesa hecha a
Abraham y a su descendencia… no suponía la observancia de la Ley , sino la rehabilitación
obtenida por la fe”. (Rom 4, 13). “Que él es nuestro padre común lo dice la Escritura : te he
destinado a ser padre de muchos pueblos” (Rom 4, 17) Quién era Abraham,
lo sabían muy bien los judíos del tiempo de Jesús y lo manifestaron en aquel
diálogo con Él:
“…
haced pues también vosotros lo que oísteis de parte del Padre.
Le replicaron: - Nuestro padre es Abraham.
Jesús les contestó: -Si fuerais hijos de Abraham os portaríais
como él” (Jn 8, 38-40).
Nuestra fe
que empezó con una emigración, por culpa de una invasión, tiene probablemente
fecha de caducidad también, según se puede entender del texto del Evangelio de
domingo XXIX Ordinario, ciclo C: “Pero cuando venga el Hijo del Hombre,
¿encontrará esta fe en la tierra?” (Lc 18, 8).
Por Angel Aguirre Alvarez
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