ASOCIACION BIBLICA SAN PABLO

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domingo, 9 de diciembre de 2012

LA FE HUMANA INTERPERSONAL Y LA CREDIBILIDAD DEL ACTO DE FE CRISTIANO (1)


LA FE HUMANA INTERPERSONAL Y LA CREDIBILIDAD DEL ACTO DE FE CRISTIANO (1)

Por Erreuve

La fe sólo se puede dar desde la libertad.

1.             Previamente a la respuesta o explicación, hay que reflexionar sobre los actos de la fe humana que continuamente realizamos en la vida ordinaria.


          Creemos a nuestros padres;

          Nos fiamos de un amigo;

          Desconfiamos de otra persona y de lo que nos dice;

          Los enamorados confían el uno en el otro y creen en su sinceridad al declarar su amor;

2.       O sea, toda nuestra vida está entretejida de actos de fe y confianza, y de actos de desconfianza.

3.       Las relaciones entre seres humanos se rigen por un tipo de conocimiento distinto del científico o del filosófico.

          Es en la relación yo-tu donde surge el fondo íntimo de la persona.

          El ser amado me da su realidad personal y yo le acojo en su singularidad por la confianza y el amor.

          A este tipo de conocimiento lo podemos llamar confianza, o mejor FE: la fe humana

interpersonal, por la que yo recibo la confianza de un y le CREO, aceptándolo en la revelación de su intimidad.

      Simplificando y resumiendo mucho, esa fe humana interpersonal es fruto de una serie de

factores:

>        Aproximaciones;

>        Procesos de aquilatamiento y valoración de esos acercamientos y manifestaciones personales;

>        La base de la confianza puede hacer que uno se abra, y de la que es ejemplo el niño que se inicia con la confianza en los padres, la va ampliando a los hermanos y parientes, se abre a las relaciones con extraños, en el colegio, barrio o trabajo y, paralelamente se van produciendo recíprocos aquilatamientos de las intenciones y lealtad del otro, sea familiar o extraño.

>        Todo este proceso paulatino crea también un aprendizaje en los criterios de formar juicio sobre las manifestaciones, intenciones y lealtades de nuestros sucesivos interlocutores y, asimismo, un crecimiento paulatino de los círculos de amistad o intimidad, de suerte que acabamos por entregarnos a aquellos en quienes CONFIAMOS y mantenemos simplemente trato correcto o de urbanidad con aquellos que no aceptamos en nuestra intimidad.

>        Otra observación fundamental: el adulto imprescindiblemente ha de confiar en alguien con un doble criterio: creerá las afirmaciones de un pensador o de un líder político, PERO la fe humana interpersonal sólo la desarrollará ante la persona que ha merecido su plena confianza como amigo, prometido o esposo-esposa.

4.       La relación personal entre dos seres humanos es, pues, el encuentro de mí mismo contigo mismo.


          Esa relación se produce principal e inicialmente con el lenguaje, la palabra.

          A través de ésta, se nos revela la interioridad del otro, un con sus anhelos y esperanzas, tristezas y alegrías, aspiraciones y fracasos, que configuran una PERSONA, un tú singular cada día más.

          También interviene en el proceso el riesgo de ser engañado y el correspondiente aquilatamiento mental y existencial.

          Fundamental: en la amistad o en el amor conyugal, el testimonio de la interioridad del otro es una donación que me hace a mí.

          Y me comunica, sobre todo, lo QUE ES. Lo cual, marca una diferencia abismal con la declaración de un inculpado en un juicio o de un testigo.

(continuará).

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