PRIMER DOMINGO
Ante la indiscutible importancia que tiene la figura y hechos que conocemos del Patriarca San José, me ha parecido iniciar la presente serie, reconfigurando a través de ella algunas de las imágenes e ideas que, hasta hoy y en relación con San José, he venido comentando.
La antigua costumbre tradicional, como señala el P. Tomás García, S. J., en su "Eucologio del Congregante", prepara a sus devotos en los siete domingos en honor del glorioso patriarca como introducción a su fiesta del 19 de marzo.
Recordemos primero lo que Santa Teresa de Jesús dejó escrito sobre él: "A otros santos parece les dio el Señor gracia para socorrer en una necesidad; de éste glorioso Santo tengo experiencia QUE SOCORRE EN TODAS, Y QUE QUIERE EL SEÑOR DARNOS A ENTENDER QUE ASÍ COMO LE FUE SUJETO EN LA TIERRA -QUE COMO TENÍA NOMBRE DE PADRE SIENDO AYO LE PODÍA MANDAR-, ASÍ EN EL CIELO HACE CUANTO LE PIDE...
Solamente pido, por amor de Dios, que lo pruebe quien no me creyere, y verá por experiencia el gran bien que es encomendarse a este glorioso patriarca y tenerle devoción." (Ya recordaréis cómo mencionamos a Santa Teresa en la Circular 293).
Hagamos unas breves meditaciones:
San José es el mayor de los santos en el Cielo. Es unánime la doctrina católica como ya hemos señalado en no pocas ocasiones y la Iglesia es unánime en esta postura a través de no pocos santos (como el propio Santo Tomás) y papas (entre los cuales hay que señalar a León XIII, con su Encíclica "Quamquam Pluries", de 15-VHI-1899, y Juan Pablo H con su Exhortación Apostólica "Redemptoris cusios", de 15-VLII-1989) y cantidad de autores que omitimos por brevedad.
Hay santos a los que podría aplicarse lo que Sto. Tomás aplica a María Santísima: "A los que Dios elige para algo, los prepara y dispone de tal modo que sean idóneos para ello."
Si María, Madre de Dios, recibió, por elección divina, una PLENITUD de gracia superior a todos los santos juntos, el primer y privilegiado beneficiario de TANTA gracia fue San José que, después de María, fue quien más cerca de Jesús estuvo mientras vivió.
Las Letanías de San José contienen bellas expresiones del ser, virtud y grandeza de este Santo.
Destaco algunas de entre ellas que sintetizan -con fundamento en la Iglesia infalible y asistida de Dios-, esa grandeza: ínclito descendiente de David, Luz de los Patriarcas, Esposo de la Madre de Dios, Custodio casto de la Virgen, Nutricio del Hijo de Dios...
Concluyo trascribiendo la oración del primero de los siete dolores y gozos:
"Oh castísimo esposo de María, glorioso San José, ¡qué aflicción y angustia la de vuestro corazón en la perplejidad en que estabais sin saber si debíais abandonar o no a vuestra esposa sin mancilla! ¡Pero cuál no fue también vuestra alegría cuando el ángel os reveló el gran misterio de la Encarnación!"