LUGAR DE LA RELIGIÓN EN EL MUNDO DE HOY
Resumen de la charla que, con el precedente título, impartió nuestro Consiliario Rvdo. D. Ángel Aguirre en la Reunión de Formación de la Asociación Bíblica San Pablo, celebrada el 21 de Enero de 2012.
La religión ha ocupado a lo largo de la historia los más diversos lugares, desde los más altos hasta los más bajos. Pero lo que ocurre con ella hoy es distinto a lo de otras épocas, ya que cada época crea su propia sociedad, y la sociedad de hoy se caracteriza por su complejidad y cambios rápidos. Las expresiones características actuales son: "globalización", "sociedad de la red", y descubrimientos tecnológicos. Y aún se puede añadir el proceso de interculturalidad e interreligiosidad, e incluso las cuestiones sobre la vida y la esfera afectiva de la persona.
Esto ha hecho que cambien los términos de las discusiones sobre la religión. Los mayores hemos vivido lo que llamamos modernidad, pero los más jóvenes están viviendo ya la posmodernidad. Con la modernidad, la religión es colocada en la categoría de "costumbre", o en la de contingencias históricas. De este modo tenemos la reducción de la religión a hecho privado sin relevancia ni licitud pública. Es decir, que la modernidad no ha sabido o no ha logrado pensar en la relevancia pública de la religión. La posmodernidad ha ahondado aún más en el análisis exterior de la religión y en su desconocimiento interno. Los imperativos del subjetivismo y relativismo dominante consagran el axioma de moda, de que todas las religiones son guales.
Lo que ha ocurrido en Europa occidental, e.d. la ruptura progresiva entre la esencia de la religión y la cultura, viene de siglos. Los pensadores influyentes Marx, Freud, Nietzsche, buscando liberar al hombre de las ataduras de lo que ellos tenían por supersticiones, tabú sexual o capitalismo, atacaron la religión. Hirieron gravemente la cultura occidental.
¿Qué podemos pensar de todo esto? Algunos analistas creen que este nihilismo sólo es propio del pensamiento occidental y de las sociedades europeas. Que eso no comporta pérdida de dimensión religiosa. Que Dios sigue estando ahí. Que fuera de Europa, siguen diciendo, la religión es más predominante que en años anteriores. Nada me gustaría más que eso fuera así.
La laicidad ha de ser entendida como autonomía de la esfera civil y política, distinta de la esfera religiosa y eclesiástica, aunque no de la esfera moral, y tiene un valor reconocido por la Iglesia. Pero en no pocas ocasiones, laicidad tiene un matiz de contraposición a la Iglesia. Cuando esto ocurre, la laicidad se convierte en laicismo, y se pierde la neutralidad. La libertad de conciencia y la libertad religiosa son derechos reconocidos intemacionalmente.
"La libertad religiosa es un arma auténtica de la paz, con una misión histórica y profética. En efecto, ella hace valer y fructificar las más profundas cualidades y potencialidades de la persona humana, capaces de cambiar y mejorar el mundo. Ella permite alimentar la esperanza en un futuro de justicia y paz, y también ante las graves injusticias y miserias materiales y morales." Con estas palabras concluyó el Papa su mensaje para la jomada mundial de la Paz para el año 2010.