ASOCIACION BIBLICA SAN PABLO

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sábado, 21 de noviembre de 2015

HECHOS DE LOS APOSTOLES (V)

HECHOS DE LOS APOSTOLES (V)



Señalábamos que el Libro de los Hechos tiene como dos grandes apartados, referido el primero en breves apariciones a algunos de los apóstoles, y el segundo en auténtica exclusiva a los hechos de san Pablo. 

            Corresponde ahora proseguir el orden de la lectura de los Hechos empezando por el Capítulo 9 que, hasta el 28 y con mínimas excepciones, habla exclusivamente de Pablo. Sin embargo, hay dos alusiones al santo contenidas en Act 7, 58, y Act. 8, 3, anteriores ambas a su conversión en el camino de Damasco. 

            La primera es el breve pero célebre pasaje en que, con motivo de la lapidación de Esteban, se lee: “Los testigos depositaron sus mantos a los pies de un joven llamado Saulo;...”  Así de sencillo nos cuenta Lucas el ánimo incluso homicida del santo en esa escena en cuanto con su actitud parece aprobar plenamente lo que se hace ante sus ojos. 

            La segunda alusión, es en la descripción de la persecución contra los cristianos que se desató a raíz del martirio de Esteban. Dice el versículo antes aludido: “Por el contrario, Saulo devastaba la Iglesia, y entrando en las casas, arrastraba a hombres y mujeres y los hacía encarcelar.” 

            Este segundo pasaje revela de una manera expresa el tremendo radicalismo fanático de Saulo contra los primeros cristianos y la severidad de su actitud, como asimismo lo dañino de su actuación. A este respecto, el profesor Alberto Vidal llama la atención sobre la devastación de Saulo sobre la Iglesia, señalando cómo Lucas emplea el verbo griego elimainetos, expresivo de enfermedad que daña todo el organismo y que Lucas parece haber tomado de su lenguaje médico para expresar con mayor propiedad la indicada devastación.  

            Entrambos pasajes reflejan asimismo la postura religiosa y espiritual de Pablo antes de su encuentro con Cristo, a saber: su tremenda convicción de estar en el lado correcto del problema y carecer de la más mínima duda de conciencia o sentimiento de pecado. Hay también una cosa clarísima: esa convicción tremenda, a mi juicio, nace de su creencia arraigada en el judaísmo tradicional, de su fe religiosa en definitiva, y está tan alejada de cualquier motivación “política” como cercana a una actitud de defensa de su religión y de la pureza de la misma.

            Y una última observación: Saulo, por su tradición rabínica basada en el Decálogo, posee una moral profunda y es un temperamento extraordinariamente honesto, como lo acredita su conversión pendular y su abandono en manos de Cristo tan pronto lo conoce y el reconocimiento de su vida equivocada anterior si bien equivocada de buena fe. A este respecto es luminoso lo que dice en su carta a los filipenses: Circuncidado al octavo día; del linaje de Israel; de la tribu de Benjamín; hebreo e hijo de hebreos; en cuanto a la ley, fariseo; y si se trata de intolerancia, fui perseguidor de la Iglesia. Y si de la rectitud que proclama la ley, era intachable.” (Filip 3,5).
De la cita precedente quiero destacar la última línea subrayada. Cuando Pablo califica de “intachable” su rectitud de conducta está diciéndonos que cumplía con la ley (aunque se equivocara) con toda su alma y con la más absoluta buena fe. Y esto lo decía unos treinta y cinco años después de su conversión y cuando la gracia de Dios ya había transformado su alma. Uno piensa que todo esto evidencia la excepcional y diríamos sobrehumana calidad humana de Pablo y la tremenda y sublime elección de Dios que, primero y en el seno de la madre del apóstol, había dotado a Pablo esa calidad única e irrepetible, para ganarla a su causa luego en el camino de Damasco.

Por Erreuve

sábado, 14 de noviembre de 2015

HECHOS DE LOS APOSTOLES (IV)

HECHOS DE LOS APOSTOLES (IV)



Saulo de Tarso

         El capítulo 9, versículos 1-30, del libro de los Hechos narra la conversión de san Pablo y sus primeros pasos y contactos con los apóstoles. Antes de entrar en los sucesivos capítulos de Hechos, vamos a adelantar algunos datos del nacimiento, educación y ambiente que vivió Saulo hasta su adolescencia, tomados de la carta a los Filipenses y de breves pasajes de los Hechos que, unidos a la investigación de los autores, nos permiten fijar hechos y datos fiables.

Nacimiento y familia


         1. Saulo nace en Tarso de Cilicia 4 ó 5 años después que Jesús, según los expertos, y sin que podamos contar con datos más precisos o exactos.
         Nace en el seno de una familia judía de la tribu de Benjamín, y él mismo nos hace un breve autorretrato en su carta a los Filipenses: "Circuncidado el octavo día; del linaje de Israel; de la tribu de Benjamín; hebreo e hijo de hebreos; en cuanto a la ley, fariseo; y si se trata de intolerancia, fui perseguidor de la Iglesia. Y si de la rectitud que proclama la ley, era intachable".
         La carta a los Filipenses suele fijarse en el año 63 y en Roma. Aproximadamente 29 años después de la conversión de Pablo que viene a situarse en el año 34. Cumple aquí señalar algo que siempre me ha llamado la atención: el hecho de que Pablo hable de sí mismo y de sus actitudes morales, cuando era fariseo y

en especial cuando afirma que era "intachable" en cuanto a la rectitud que proclama la ley; siempre he pensado que,
cuando el apóstol hacía semejante afirmación, ya había sido probado por Dios y vivía inmerso en la santidad y en la gracia sobrenatural y, por ello, esa calificación de "intachable" me resulta siempre escalofriante por su tono de seguridad y porque me parece un fiel reflejo de la verdadera situación objetiva de Pablo en cuanto a ese cumplimiento de la ley, en forma totalmente ajena a cualquier atisbo de orgullo o de vanidad.
         Quizá esta última apunta en el tono que emplea al informar de su ciudad, aquí y en otro pasaje, aunque semejante tono era natural si tenemos en cuenta la mentalidad de la época y el sentimiento de vinculación a la ciudad de nacimiento que cualquier ciudadano de entonces tenía, sobre todo en ciudades de estilo griego.

La ciudad natal


         2. Digamos unas palabras sobre la ciudad de Tarso, bajo diversas perspectivas.
         Ubicada cerca de la desembocadura del río Cidno y a la sombra del Monte Tauro, era un enclave geográfico importante y punto de confluencia de las corrientes comerciales provenientes de oriente y occidente. Por la parte noroccidental, el desfiladero conocido como las "Puertas de Cilicia", pavorosamente escarpado y difícil, era el único camino practicable entre abismos impresionantes para comunicar la altiplanicie

de Asia Menor con la ciudad y asimismo el camino seguido por todos los conquistadores desde el propio Alejandro. En definitiva, era el camino de acceso para cualquier conquistador y la ruta de comunicación de la civilización grecorromana y occidental. Por la parte oriental, en las montañas de Amano, estaban las "Puertas de Siria", camino para las caravanas procedentes del mundo oriental y puerta de la civilización babilónica.
         En el plano social, era centro de confluencia de rutas y caravanas comerciales que unían Asia con Europa a través de la ciudad, como punto neurálgico. Llegaban la seda, las perlas, los perfumes de oriente, los tejidos exóticos procedentes incluso de China, y las especias que nutrían la mesa de los emperadores y de los ricos.
         De Tarso salían los productos de Grecia, las cerámicas, los objetos artísticos, joyas, orfebrerías, púrpuras y colores, armas, vinos, etc..
         La ciudad en si misma era un inmenso mercado que abarcaba cualquier gama imaginable: joyas, objetos, productos exóticos, animales y esclavos
         Por ello la ciudad era también un conglomerado de razas, lenguas y creencias, una Babel de trescientos mil habitantes: había allí sirios, israelitas, griegos, romanos, egipcios, persas o indios. Se puede sostener sin riesgo de engaño que, en Tarso, se podía ver cualquier individuo o raza del imperio romano.
         En el plano religioso, estaban presentes en consecuencia todas las religiones del Imperio: los cultos orientales, sirios y caldeos, hebreos, egipcios, griegos y romanos, con numerosos templos de cada culto. Con el paso de los años y a partir de Augusto, se institucionalizó, además, el culto a los emperadores.
         Tenían especial importancia los cultos de las diosas paganas Cibeles y Artemisa, una de cuyas manifestaciones era la prostitución sagrada que se ejercía en el ámbito de los propios templos, servida por numerosas cortesanas-sacerdotisas. Este culto estaba extendido por todas las ciudades griegas y del Medio Oriente. Era célebre el templo de Artemisa en la ciudad de Efeso y asimismo es fama que en la cima del monte Acrocorinto, a cuyo pie se extendía Corinto, existía un templo servido por más de mil cortesanas.
         Por supuesto también estaba presente el judaísmo y había no pocas sinagogas en la ciudad, pues la comunidad judía era numerosa y antigua, aunque hablaremos de ello más adelante.
         Finalmente es de destacar que Tarso era ciudad de índole universitaria, dotada de numerosas escuelas para toda clase de estudios, consecuencia de su indudable envergadura censitaria y su riqueza derivada de su enclave privilegiado y que la hacía equiparable a Atenas, Alejandría u otras ciudades. Cuenta el historiador Estrabón que Tarso tenía escuelas para todas las ramas de las artes liberales; asimismo pondera lo elevado de su población y su preponderancia sobre las ciudades de su entorno. Y tuvo hijos ilustres como el poeta Arato (s. III a. C.) o Atenodoro, filósofo estoico y preceptor de Augusto, del que nos habla Séneca.

Familia y profesión


         3. Son numerosos los que opinan que Pablo pertenecía a una familia en buena posición económica y, al parecer, tejedores de profesión. Tarso era célebre por la industria de fabricación de "cilicio", una tela fuerte a base de pelo de cabras que se utilizaba para las tiendas, en unos tiempos y unas tierras en que el nomadismo y el pastoreo estaban fuertemente implantados. Numerosos estudiosos coinciden en atribuir a Pablo y a su familia esa profesión de tejedores de "cilicio" y fabricantes de tiendas, aprendida por el adolescente apóstol en el taller familiar y que usó para su mantenimiento durante sus numerosos viajes de predicación, como lo acreditan diversos pasajes neotestamentarios y, en especial, el de Hech 18, 2-3, cuando se emplea con Áquila y Priscila, de su misma profesión, es decir "fabricantes de lona", habiendo autores que traducen por "fabricantes de tiendas". En cualquier caso, parece haber un consenso bastante claro en cuanto que la profesión de Pablo, el oficio manual que aprendió en el seno de su familia, era la de tejedor de cilicio y, por extensión, la de fabricante de tiendas...

Educación


         4. Pablo recibió una doble educación: griega y judía. La primera le viene por la influencia de la gran ciudad de su nacimiento, próspera, comercial, cosmopolita y pagana. En los años de su niñez y adolescencia, su mente y su alma captan y absorben la diversidad de razas, culturas y caracteres; es fácil seguir con la imaginación las correrías de aquel niño Saulo por las calles, avenidas y dársenas del puerto en el río Cidno que atravesaba la ciudad y era navegable, formando un abrigo magnífico para las embarcaciones, análogo al río Orontes en la ciudad de Antioquía. Sus ojos se empaparon de gentes y ropajes variopintas y coloristas; sus oídos se acostumbraron a la variedad de lenguas en las zonas portuarias como una música familiar y entrañable; sus paseos por las arboledas cercanas al río debieron familiarizarle con los sofistas, sus parlamentos y discusiones y también su estilo; él mismo personificó ese milagro de las criaturas bilingües que asimilan en la infancia dos idiomas y los conservan de por vida: junto a su propia lengua familiar hebrea, Saulo absorbe el griego popular o "koiné", que llega a dominar hasta el extremo de pensar y escribir luego en esa lengua universalizada como vehículo común de comunicación en todo el imperio romano. No se tiene la seguridad de que Saulo estudiase la filosofía griega, pero sin duda alguna estaba familiarizado con ella a juzgar por las imágenes que, a veces, emplea en sus cartas; y, con absoluta seguridad, su educación y mentalidad hebreas, pendientes del Dios trascendente, del Dios único, debieron ser una perspectiva invalorable para enfocar, profundizar y juzgar el paganismo y sus idolatrías. Junto a ello, el ambiente universitario, los juegos del circo, el aroma de la aventura venido del mar omnipresente, enriquecen profundamente aquella personalidad viva, feroz, inquieta, atrevida y combativa que fue San Pablo que debió ser todo menos un muchacho dócil y maleable. Saulo era una esponja inagotable que lo absorbía todo: luz, colores, gentes, ropajes, lenguajes, cultos extraños y condenables, vicios y virtudes, sentido de la libertad, afán de aventuras, capacidad de lucha, disciplina, tenacidad, respeto a la autoridad, orgullo de raza y de ciudadanía (como luego veremos), y una formación familiar y religiosa, todo lo cual conforma un proceso de maduración y prepara una de las personalidades más gigantescas de toda la historia humana.

Por Erreuve

sábado, 7 de noviembre de 2015

HECHOS DE LOS APOSTOLES (III)

HECHOS DE LOS APOSTOLES (III)



Este recurso a los relatos lo tenemos en las tres narraciones de la conversión de san Pablo que se contienen en los Hechos y que reflejan la maestría de Lucas. En efecto:
* En Act 9: el lector conoce lo que sucede o directamente por Cristo o por la mediación de Ananías.
** En Act 22: trata de justificar la legitimidad de la misión cristiana entre los gentiles frente al fanatismo judío.
*** En Act 26: narra la vida y conversión de Pablo ante el rey Agripa. Lucas acentúa el furor de la persecución de los cristianos para que aparezca con mayor claridad su propio cambio; pone de relieve la necesidad de seguir las órdenes directas recibidas de la voz de Cristo venida del cielo.
         Pero también utiliza los relatos, en alguna ocasión, para inducir ante las autoridades la idea clara de su apoliticismo, como ocurre ante el procónsul de Chipre, Segio Paulo (Act 13, 4-12), el procónsul de Acaya, Galión (Act. 18, 12-71), y ante el Procurador Festo y el rey Agripa (Act 25 y 26).
         En este último pasaje Pablo aparece como el conciliador, dialogante y cumplidor de la ley; en definitiva, del apolítico... Y es verdad, en cierta medida, que Pablo no se metió en políticas de ninguna clase. De hecho, incluso no atacó el sistema de la esclavitud entonces vigente y, en general, propugnaba el respeto a la autoridad y a las leyes civiles romanas. A mayor abundamiento, la lectura de los Hechos y de las cartas paulinas, evidencia que Pablo se circunscribe a la predicación, a enseñar, orientar y difundir la doctrina de Cristo y en todos sus escritos no aparece la menor alusión política ni en forma directa ni so color de corregir defectos morales típicos de la sociedad romana de entonces.

El orden de lectura


         Ya indicamos antes que el libro de los Hechos tiene dos grandes apartados: los hechos de los apóstoles en general, y los hechos que afectan de forma específica a san Pablo. Esta segunda parte es con mucho enormemente más amplia que la primera.
         La primera parte abarca solamente los ocho primeros capítulos (y dos pasajes en Act 9 y 10)y, en ella, salen incluso un poco fugazmente san Pedro y algunos de los otros apóstoles o discípulos.
La segunda parte abarca desde el capítulo 9 hasta el 28, íntegramente dedicados a la conversión, viajes y predicación de san Pablo hasta el momento de su primera prisión en Roma.
         Vamos a dar el orden de lectura de la primera parte, con un resumen de los capítulos a fin de simplificar la lectura y entraremos posteriormente en la vida de san Pablo de manera pormenorizada.
1, 1-26
* Prólogo: 1.3.-
·         Está dedicado a Teófilo, cuyo texto ya transcribimos al comienzo de este trabajo.
·         Alude al primer evangelio y a la Resurrección de Cristo.
* La Iglesia en Jerusalén.-
·         Alude a la última comida de Jesús ya resucitado con sus discípulos.
·         Anuncio del Espíritu Santo.
·         Cuestión del Reino de Israel... serán sus testigos.

* La Ascensión: 9-14.-

·         La describe.
·         Los dos ángeles.
·         Regreso a Jerusalén.
·         En la casa: todos perseveran.
* Elección de Matías: 15-26.-
·         Pedro alude a Judas Iscariote y su fin.
·         Propuesta de elección.
·         Candidatos: José el Justo y Matías.
·         Oración y sorteo: MATÍAS.

2, 1-47: Pentecostés
·         Llega el día
·         Ruido del cielo... como de viento impetuoso, lenguas de fuego, todos llenos del Espíritu Santo: dones de lenguas.
·         Acontecimiento que trascendió y que fue conocido (2, 6 s.s.)
·         Estupefacción por lo de las lenguas: “¿No son galileos?.
·         Algunos: “Están cargados de vino”.
·         “¿Qué hemos de hacer, hermanos?”
·         Arrepentíos... etc..
·         3.000 bautismos.
·         Muchos prodigios y señales.
·         Bienes en común.
·         Iban al Templo todos los días.
·         Más incorporaciones diarias.

3, 1-26: Sermón de S. Pedro en el Templo
·         Pedro y Juan en el Templo.
·         El tullido de nacimiento.
·         “No tengo oro ni plata; lo que tengo, eso te doy; en nombre de Jesucristo Nazareno, anda.”
·         Le ayuda, de la mano.
·         Admiración y espanto.
Pórtico de Salomón
·         Discurso de Pedro.
·         Aclara su poder.
·         Dios ha glorificado a Jesús.
·         Acusaciones de homicidio.
·         Profecías cumplidas.
·         Arrepentíos...
·         Recuerdo del Dt 18, 15-19 y todos los profetas.

4, 1-31: Los dos apóstoles ante el Sanedrín
·         Sacerdotes, oficial del Templo y los soldados.
·         Prisión.
·         Muchos de los que oyeron creyeron: 5.000 conversos.
Reunión del Sanedrín
·         Interrogatorio
·         Contestación de Pedro:
·         La curación lo ha sido por Cristo y en su nombre.
·         Cristo es la piedra rechazada que se convierte en angular.
·         Franqueza de Pedro.
·         Les conminan a callar.
·         Negativo, y despido con amenazas.
·         TEMBLOR FINAL y valor de todos los discípulos.

4, 32-37 y 5, 1-42: La vida común entre los fieles
·         Unidad de corazón y alma de los conversos.
·         Testimonio de los apóstoles.
·         No tenían pobres: venta de bienes y puesta en común.
·         Campo de Bernabé.
·         Ananías y Safira: venta y retención de parte.
·         Castigo.

5, 12-42: El Sanedrín contra los apóstoles
·         Milagros y prodigios
·         Pórtico de Salomón.
·         Cada día más creyentes.
·         Milagros numerosísimos: los enfermos curaban a la sola sombra de Pedro; venían incluso de fuera.
·         Sumo Sacerdote (saduceos): los ENCARCELAN.
·         Un ángel abre las puertas de la prisión.
·         Van enseñar al Templo de nuevo.
·         Descubren la prisión vacía: “Están enseñando”.
·         Conducidos de nuevo ante el Sanedrín: los recriminan por obedecer la orden de no enseñar a Cristo.
PEDRO:
·         “Es preciso obedecer a Dios antes que a los hombres”.
·         GAMALIEL:
·         “... si esto es consejo u obra de los hombres, se disolverá; pero, si viene de Dios, no podréis disolverlo y quizá algún día, os halléis con que habéis hecho la guerra a Dios.”

6, 1-7: La elección de los diáconos
·         Murmuraciones de los conversos helénicos contra los hebreos: la cuestión de las viudas.
·         Elección de 7 diáconos para ello.
·         Eligen a Esteban y Felipe, Prócoro, Nicanor, Timón, Parmenas y Nicolás.
6, 8-15 y 7, 1-60: San Esteban
·         Éxito de Esteban
·         Sobornos de falsos testigos y es llevado al Sanedrín.
·         Discurso de Esteban:
·         dinámico, radical, agresivo, apasionado...
·         Condena
·         Apedreamiento. Los mantos a los pies de Saulo, que aprobaba su muerte

8, 1-3: El Evangelio en Samaría
·         Aquel día comenzó una gran PERSECUCIÓN contra la Iglesia de Jerusalén.
·         Menos los apóstoles, TODOS se dispersan por las regiones de JUDEA y SAMARÍA: inicio de la que podríamos llamar diáspora cristiana.
·         SAULO devastaba la Iglesia y, entrando en las casas, arrastraba a los hombres y mujeres y los hacía encarcelar.

8, 4-12, 25: Expansión de la Iglesia fuera de Jerusalén
·         Los dispersados iban predicando por todas partes.
·         FELIPE: en la ciudad de Samaría: obraba milagros, echaba demonios, curaba paralíticos y cojos: causa todo de gran alegría en la ciudad.
·         SIMÓN EL MAGO: primero, cree y se bautiza.
·         Llegan Pedro y Juan y confirman a los samaritanos conversos.
·         Simón el Mago les ofrece dinero para que le vendan el poder que tienen.
·         Respuesta de Pedro y arrepentimiento final de Simón: “Rogad vosotros para que no me sobrevenga nada de eso que habéis dicho.” O sea: ¡Que me quede como estoy!
8, 26-40: La conversión del eunuco etíope
·         Maravilla del relato: un ángel avisa a Felipe.
·         Camino de Jerusalén a Gaza: enmedio del desierto.
·         Aparece el etíope, eunuco y ministro de Hacienda de la reina Candace, de Etiopía.
·         Diálogo sobre el texto de Is 52, 13-53, 12.
·         Predicación-enseñanza de Felipe.
·         Petición de bautismo por el etíope.
·         En cuanto subieron del agua, el Espíritu del Señor arrebató a Felipe, y ya no lo vio el eunuco, que continuó alegre su camino.
·         Felipe “aterriza” en Azoto y evangeliza todas las ciudades hasta Cesárea. MARAVILLA

9, 31-42: Milagros de Pedro en Lida: resurrección de Tabita
·         Narra brevemente la curación de Eneas en Lida y la conversión masiva en Lida y Sarona.
·         También la resurrección de Tabita (que significa Gacela) en la ciudad de Joppe.

10, 1-48: La conversión del centurión Cornelio
·         Centurión de la legión Itálica: piadoso y temeroso del Señor.
·         Visión de un ángel que le ordena que llame a Pedro que está en Joppe.
·         Pedro, en Joppe, tiene la visión de los animales purificados por Dios
·         Acude luego a casa de Cornelio donde el Espíritu Santo se manifiesta como en Pentecostés, y bautiza a todos ellos.

·         Ya más tarde y en Jerusalén (Act 11) Pedro confirma que Dios había otorgado a los gentiles “igual don que a nosotros,...”

Por Erreuve