ASOCIACION BIBLICA SAN PABLO

ASOCIACION BIBLICA SAN PABLO

lunes, 24 de diciembre de 2012

SANTA Y FELIZ NAVIDAD





25 de diciembre

NATIVIDAD DEL SEÑOR
Solemnidad

PRIMERA LECTURA

Del libro del profeta Isaías 9, 1-6

La liberación

El pueblo que caminaba en tinieblas vio una luz grande; habitaban tierra de sombras, y una luz les brilló.

Acreciste la alegría, aumentaste el gozo; se gozan en tu presencia, como gozan al segar, como se alegran al repartirse el botín.

Porque la vara del opresor, y el yugo de su carga, el bastón de su hombro, los quebrantaste como el día de Madián.

Porque la bota que pisa con estrépito y la capa empapada en sangre serán combustible, pasto del fuego.

Porque un niño nos ha nacido, un hijo se nos ha dado: lleva a hombros el principado, y es su nombre:

Maravilla de Consejero, Dios guerrero, Padre perpetuo, Príncipe de la paz.

Para dilatar el principado, con una paz sin límites, sobre el trono de David y sobre su reino.

Para sostenerlo y consolidarlo con la justicia y el derecho, desde ahora y por siempre.

El celo del Señor lo realizará.


SEGUNDA LECTURA

San Pedro Crisólogo, Sermón 149 (PL 52, 598-599)

Paz es el nombre personal de Cristo

Al llegar el Señor y Salvador nuestro, y al hacer su aparición corporal, los ángeles, dirigiendo los coros celestiales, evangelizaban a los pastores diciendo: Os traigo la buena noticia, la gran alegría para todo el pueblo. Utilizando las mismas palabras de los santos ángeles, también nosotros os anunciamos una gran alegría. Hoy, en efecto, la Iglesia está en paz; hoy la nave de la Iglesia ha llegado a puerto; hoy, carísimos, es ensalzado el pueblo de Dios y humillados los enemigos de la verdad; hoy Cristo se alegra y el diablo gime; hoy los ángeles viven en la exultación y los demonios están en la confusión. ¿Qué más diré? Hoy Cristo, que es el rey de la paz, enarbolando su paz puso en fuga las divisiones, llenó de confusión a la discordia y, como al cielo con el esplendor del sol, así ilumina a la Iglesia con el fulgor de la paz. Porque hoy os ha nacido un salvador.

¡Qué deseable es la paz! ¡Qué fundamento más estable es la paz para la religión cristiana y qué ornato celeste para el altar del Señor! ¿Qué podríamos decir en elogio de la paz? La paz es el nombre personal de Cristo, como dice el Apóstol: Cristo es nuestra paz, él ha hecho de los dos pueblos una sola cosa. Ahora bien: así como ante la visita de un rey se limpian las plazas y toda la ciudad es un festín de luces y flores, de modo que no haya nada que ofenda la vista del ilustre visitante, lo mismo ahora: ante la venida de Cristo, rey de la paz, hay que quitar de en medio toda tristeza y, ante el resplandor de la verdad, debe ponerse en fuga la mentira, desaparecer la discordia, resplandecer la concordia.

Por eso, aun cuando en la tierra los santos hacen el panegírico de la paz, donde sus elogios logran la cota máxima es en el cielo: la alaban los santos ángeles y dicen: Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a los hombres que Dios ama.

Ya veis, hermanos, cómo todas las criaturas del cielo y de la tierra se intercambian el don de la paz: los ángeles del cielo anuncian la paz a la tierra, y los santos de la tierra alaban al unísono a Cristo, que es nuestra paz, ascendido ya a los cielos; y los místicos coros cantan a una sola voz: ¡Hosanna en el cielo!

Digamos, pues, también nosotros con los ángeles: Gloria a Dios en el cielo, que humilló al diablo y exaltó a Cristo; gloria a Dios en el cielo, que puso en fuga a la discordia y consolidó la paz.

EVANGELIO DE LA NATIVIDAD DEL SEÑOR

25 de diciembre


 

HOMILÍA

Beato Elredo de Rievaulx, Sermón 1 de la Natividad del Señor (PL 195, 226-227)

Hoy nos ha nacido un Salvador

Hoy, en la ciudad de David, nos ha nacido un Salvador: El Mesías, el Señor. La ciudad de que aquí se habla es Belén, a la que debemos acudir corriendo, como lo hicieron los pastores, apenas oído este rumor. Así es como soléis cantar —en el himno de María, la Virgen—: «Cantaron gloria a Dios, corrieron a Belén». Y aquí tenéis la señal: encontraréis un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre.

Ved por qué os dije que debéis amar. Teméis al Señor de los ángeles, pero amadle chiquitín; teméis al Señor de la majestad, pero amadle envuelto en pañales; teméis al que reina en el cielo, pero amadle acostado en un pesebre. Y ¿cuál fue la señal que recibieron los pastores? Encontraréis un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre. El es el Salvador, él es el Señor. Pero, ¿qué tiene de extraordinario ser envuelto en pañales y yacer en un establo? ¿No son también los demás niños envueltos en pañales? Entonces, ¿qué clase de señal es ésta? Una señal realmente grande, a condición de que sepamos comprenderla. Y la comprendemos si no nos limitamos a escuchar este mensaje de amor, sino que, además, albergamos en nuestro corazón aquella claridad que apareció junto con los ángeles. Y si el ángel se apareció envuelto en claridad, cuando por primera vez anunció este rumor, fue para enseñarnos que sólo escuchan de verdad, los que acogen en su alma la claridad espiritual.

Podríamos decir muchas cosas sobre esta señal, pero como el tiempo corre, insistiré brevemente en este tema. Belén, «casa del pan», es la santa Iglesia, en la cual se distribuye el cuerpo de Cristo, a saber, el pan verdadero. El pesebre de Belén se ha convertido en el altar de la Iglesia. En él se alimentan los animales de Cristo. De esta mesa se ha escrito: Preparas una mesa ante mí. En este pesebre está Jesús envuelto en pañales. La envoltura de los pañales es la cobertura de los sacramentos. En este pesebre y bajo las especies de pan y vino está el verdadero cuerpo y la sangre de Cristo. En este sacramento creemos que está el mismo Cristo; pero está envuelto en pañales, es decir, invisible bajo los signos sacramentales. No tenemos señal más grande y más evidente del nacimiento de Cristo como el hecho de que cada día sumimos en el altar santo su cuerpo y su sangre; como el comprobar que a diario se inmola por nosotros, el que por nosotros nació una vez de la Virgen.

Apresurémonos, hermanos, al pesebre del Señor; pero antes y en la medida de lo posible, preparémonos con su gracia para este encuentro de suerte que asociados a los ángeles, con corazón limpio, con una conciencia honrada y con una fe sentida, cantemos al Señor con toda nuestra vida y toda nuestra conducta: Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra, paz a los hombres que Dios ama. Por el mismo Jesucristo, nuestro Señor, a quien sea el honor y la gloria por los siglos de los siglos. Amén.

domingo, 9 de diciembre de 2012

Reunión de Formación de la Asociación Bíblica San Pablo

Tema: "Actualidad de San Juan de Avila".
Ponente: Rvdo. D. Angel Aguirre Alvarez

Hora:
Sábado, 15 de Diciembre: 11:30 - 13:00

Lugar:Real Parroquia "San Miguel y San Sebastián".
Plaza San Sebastián, 1. (Junto al Jardín Botánico)
Valencia

Observaciones: Misa en la misma Parroquia a las 11:00 horas.




NOTAS SOBRE LA JUNTA PROVINCIAL (6)





 NOTAS SOBRE LA JUNTA PROVINCIAL (6)
Por Francisco Pellicer Valero




A través de las diversas circulares, que tuve la paciencia de encuadernar oportunamente, conservamos un conjunto de informaciones valiosísimas que casi resumen lo que ha venido siendo nuestra Junta Provincial.
Así, en la circular n° 11, se contiene la referencia de un proyecto que tenía entonces D. Vicente Collado Bertomeu de crear en Valencia una Asociación Bíblica Valentina que fuera una especie de federación de las entidades bíblicas existentes en la Diócesis. La primera reunión en orden a conseguir la realización de este objetivo tuvo lugar en una Escuela Bíblica, convocada y presidida por el Sr. Collado, y en la que actué yo de secretario. Además de sacerdotes y seglares católicos, asistieron a dicha reunión dos pastores protestantes.
La Circular n° 12, trae la referencia de la iniciación de las reuniones de formación de nuestra Asociación, que todavía seguimos celebrando actualmente en San Miguel y San Sebastián de igual modo que, antes, lo hacíamos en los Mercedarios.
La primera reunión de dicho tipo -dirigida principalmente a los miembros y charlistas de nuestra Asociación- tuvo lugar el 8 de junio de 1985 por la mañana, en la Iglesia de Sta. Catalina. A partir de dicha reunión se decidió dar solución al tema de la "formación permanente" que estaba dentro del ideario de la Asociación nacional en vías de ser aprobada definitivamente. Todos tuvimos siempre la convicción de que no teníamos que conformarnos con los cursos bíblicos a distancia realizados, y que era preciso continuar estudiando y ahondando en la Sagrada Escritura.
En aquella reunión desarrollé personalmente el tema "Introducción a la Biblia", del que inserté un esquema tipo índice en la siguiente circular, la n° 13, de fecha 9 de junio de 1985.
Ya en ella anunciaba que la próxima reunión formativa, prevista para después del verano correría a cargo del Dr. Martínez Ajado y sobre el tema clásico en él de "Los Profetas, mensajeros de Dios".

LA FE HUMANA INTERPERSONAL Y LA CREDIBILIDAD DEL ACTO DE FE CRISTIANO (1)


LA FE HUMANA INTERPERSONAL Y LA CREDIBILIDAD DEL ACTO DE FE CRISTIANO (1)

Por Erreuve

La fe sólo se puede dar desde la libertad.

1.             Previamente a la respuesta o explicación, hay que reflexionar sobre los actos de la fe humana que continuamente realizamos en la vida ordinaria.


          Creemos a nuestros padres;

          Nos fiamos de un amigo;

          Desconfiamos de otra persona y de lo que nos dice;

          Los enamorados confían el uno en el otro y creen en su sinceridad al declarar su amor;

2.       O sea, toda nuestra vida está entretejida de actos de fe y confianza, y de actos de desconfianza.

3.       Las relaciones entre seres humanos se rigen por un tipo de conocimiento distinto del científico o del filosófico.

          Es en la relación yo-tu donde surge el fondo íntimo de la persona.

          El ser amado me da su realidad personal y yo le acojo en su singularidad por la confianza y el amor.

          A este tipo de conocimiento lo podemos llamar confianza, o mejor FE: la fe humana

interpersonal, por la que yo recibo la confianza de un y le CREO, aceptándolo en la revelación de su intimidad.

      Simplificando y resumiendo mucho, esa fe humana interpersonal es fruto de una serie de

factores:

>        Aproximaciones;

>        Procesos de aquilatamiento y valoración de esos acercamientos y manifestaciones personales;

>        La base de la confianza puede hacer que uno se abra, y de la que es ejemplo el niño que se inicia con la confianza en los padres, la va ampliando a los hermanos y parientes, se abre a las relaciones con extraños, en el colegio, barrio o trabajo y, paralelamente se van produciendo recíprocos aquilatamientos de las intenciones y lealtad del otro, sea familiar o extraño.

>        Todo este proceso paulatino crea también un aprendizaje en los criterios de formar juicio sobre las manifestaciones, intenciones y lealtades de nuestros sucesivos interlocutores y, asimismo, un crecimiento paulatino de los círculos de amistad o intimidad, de suerte que acabamos por entregarnos a aquellos en quienes CONFIAMOS y mantenemos simplemente trato correcto o de urbanidad con aquellos que no aceptamos en nuestra intimidad.

>        Otra observación fundamental: el adulto imprescindiblemente ha de confiar en alguien con un doble criterio: creerá las afirmaciones de un pensador o de un líder político, PERO la fe humana interpersonal sólo la desarrollará ante la persona que ha merecido su plena confianza como amigo, prometido o esposo-esposa.

4.       La relación personal entre dos seres humanos es, pues, el encuentro de mí mismo contigo mismo.


          Esa relación se produce principal e inicialmente con el lenguaje, la palabra.

          A través de ésta, se nos revela la interioridad del otro, un con sus anhelos y esperanzas, tristezas y alegrías, aspiraciones y fracasos, que configuran una PERSONA, un tú singular cada día más.

          También interviene en el proceso el riesgo de ser engañado y el correspondiente aquilatamiento mental y existencial.

          Fundamental: en la amistad o en el amor conyugal, el testimonio de la interioridad del otro es una donación que me hace a mí.

          Y me comunica, sobre todo, lo QUE ES. Lo cual, marca una diferencia abismal con la declaración de un inculpado en un juicio o de un testigo.

(continuará).

LOS BEATOS DEL APOCALIPSIS


LOS BEATOS DEL APOCALIPSIS


Con la llegada de los moros a la península hispánica, la Iglesia no iba a llevar una vida fácil. Los moros establecieron enseguida un orden social basado en la religión, de modo que era el criterio de la jerarquía lo que se adoptaba para el orden social. Y así, en la cúspide se asentaban los musulmanes de pura cepa, y los muladíes, e. d. los hispanos conversos a la fe de Mahoma; en la base, los cristianos (y judíos) que querían seguir fieles a su fe, y que ahora pasaban a ser gentes sin derechos, sobrecargados de impuestos, como gentes de segunda, en su propia tierra. Muchos cristianos, en cuanto podían cuando el avance cristiano se acercaba, emigraban al norte

Contra la absurda imagen de "pacífica convivencia intercultural" que defienden algunos, la verdad es que ser cristiano en Al Ándalus era muy difícil: estaba prohibida toda manifestación externa del cristianismo; estaba prohibido negar el carácter profético de Mahoma; estaba prohibido dejar de ser musulmán para volver a ser cristiano; estaba prohibido difundir el cristianismo entre las gentes... Y la pena para los infractores era, con frecuencia, la muerte.

Esta situación era percibida en aquel pequeño rincón de la península, donde estaba naciendo una reacción vigorosa, arriesgada, y también respondida con furia por los moros con sus incursiones, con un desánimo apocalíptico, después de haber visto el florecimiento cristiano anterior a la invasión.

Ocurría, además, después de la llegada de los moros, que la Iglesia española atravesaba una grave crisis doctrinal. En el año 784, nada menos que el arzobispo de Toledo, Elipando, reúne un Sínodo en Sevilla y deja caer una declaración que sostiene que Cristo no es dios, sino un hombre adoptado por Dios, o sea un hijo adoptado, aunque divinizado después de su muerte. Es el adopcianismo. Herejía que sintoniza con la visión islámica de que Jesús no es Dios, sino un profeta más. Para los cristianos, venía a ser como si les quitaran un peso de encima al aliviarles el enfrentamiento con los musulmanes. Por otra parte, el adopcianismo enlazaba también con aquella otra herejía del arrianismo muy extendida entre los visigodos, lo que producía una inmediata simpatía política entre ciertas élites godas y los invasores islámicos.

Pero en el apartado rincón de Asturias, las cosas se veían de manera muy diferente, y dos monjes reaccionaron con profundo malestar: son Beato de Liébana y Eterio de Osma. Veían el panorama de España como un trasunto escatológico de final de los tiempos y necesitado de un apocalipsis (=desvelamiento, revelación), de modo que Beato escribió un Comentario al Apocalipsis, que figura entre las grandes obras de la cultura española, por la belleza de sus iluminaciones. Este códice tuvo muchas copias a las que se llaman generalmente beatos.

Angel Aguirre Alvarez. Consiliario